José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, una localidad que por aquel entonces era capital del Municipio Libertad del Distrito Betijoque del Estado Trujillo en Venezuela.

El primero de seis hermanos, hijo de Benigno María Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla.

Por línea materna, descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, quien fuera confesor de Isabel la Católica, fundador de la Universidad de Alcalá.

Mientras que por la paterna, se emparentaba con el Santo Hermano Miguel, quien era educador y escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y correspondiente de la Real Academia Española.

Infancia de José Gregorio Hernández

Durante su infancia vivió en su pueblo natal, su madre se dedicaba a labores del hogar propias de la época y su padre era comerciante y dueño de un almacén de mercancías secas, víveres y farmacia. Recibió el sacramento del Bautismo el 30 de enero de 1865 en el Templo Colonial de Escuque, hoy llamado Iglesia Parroquial del Niño Jesús de Escuque.

Sus padrinos Tomás Lobo y Perpetua Enríquez.​ El sacramento de la Confirmación se efectuó el 6 de diciembre de 1867, en la iglesia de San Juan Bautista de Betijoque, por el señor Juan Bonet, Obispo de Mérida.

Su madre, falleció en 1872, cuando él contaba con ocho años de edad. Su primer maestro fue Pedro Celestino Sánchez representante una escuela privada en Isnotú, durante sus años de estudios, envió una recomendación al padre del pequeño José Gregorio para que lo encomendara a estudiar a la capital del país.

A los trece años de edad, José Gregorio manifestó a su padre su deseo de estudiar la carrera de derecho, sin embargo, su padre le convenció para que estudiara medicina. A partir de ese momento, tomó la medicina como su propia vocación.

En 1878, cuando contaba con trece años y medio, bajó de la sierra trujillana hasta Caracas,​ siguiendo una travesía: Isnotú, Betijoque, Sabana de Mendoza, Santa Apolonia y La Ceiba en mula; por el lago hasta Maracaibo, y después por mar a Curazao, Puerto Cabello y La Guaira, y por tren, desde este puerto, a la ciudad capital.

Estudios en Caracas

Al llegar a la capital de Venezuela, inició sus estudios en el Colegio Villegas, dirigido a la sazón por el doctor Guillermo Tell Villegas.

Durante su estancia en el colegio, el joven José Gregorio entabló amistad con el director y su esposa Pepita Perozo de Villegas.

Según el doctor Villegas, «José Gregorio era poco dado a jugar con sus compañeros y prefería pasar el tiempo libre en compañía de libros».

Durante sus años en el Colegio Villegas, José Gregorio obtuvo buenas notas. Llegó a fungir como profesor de aritmética para los alumnos del primer curso.

Entre 1878 y 1882 José Gregorio cursó preparatoria y filosofía, graduándose de Bachiller en Filosofía en ese último año.

A la edad de 17 años ingresa a la Universidad Central de Venezuela (UCV) para iniciar sus estudios de medicina.

Según las certificaciones de los estudios universitarios de José Gregorio Hernández, en gran parte de las materias de los seis años de estudio logró la calificación de sobresaliente; fue el estudiante más destacado en la carrera de medicina en la UCV, siguiendo el mismo desempeño mostrado desde su niñez.

Paralelamente a sus estudios de medicina daba clases particulares para ayudarse a sí mismo y a sus colegas. Aprendió de un amigo sastre a confeccionar ropa masculina y sus propios trajes.

Estaba convencido de que: «En el hombre el deber ser es la razón del derecho, de manera que el hombre tiene deberes, antes que tener derechos».

Al graduarse con el título de Doctor en Medicina, el 29 de junio de 1888, hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín y hebreo, era filósofo, músico y teólogo.

Se traslada a ejercer la medicina en su pueblo natal, instalando un consultorio provisional, con el cual extiende su carrera como médico.

Regreso a los Andes

En 1888, el rector de la UCV, Dominici, ofreció ayudarlo económicamente para establecer un consultorio en Caracas, gesto que José Gregorio agradeció con estas palabras: « – ¡Cómo le agradezco su gesto, Dr. Dominici! Pero debe decirle que mi puesto no está aquí. Debo marcharme a mi pueblo.

En Isnotú no hay médicos y mi puesto está allí, allí donde un día mi propia madre me pidió que volviera para que aliviara los dolores de las gentes humildes de nuestra tierra. Ahora que soy médico, me doy cuenta que mi puesto está allí entre los míos…».19​

José Gregorio parte para Isnotú en agosto de 1888; desde Betijoque el 18 de septiembre de 1888, le escribe a su amigo Santos Dominici en Caracas: «…Mis enfermos todos se me han puestos buenos, aunque es tan difícil curar a la gente de aquí, porque hay que luchar con las preocupaciones … que tienen arraigadas: creen … en los remedios que se hacen diciendo palabras misteriosas: en suma;… La clínica es muy pobre: todo el mundo padece de disentería y de asma, quedando uno que otro enfermo con tuberculosis o reumatismo…La botica es pésima…»20​

Hernández se radicó en Isnotú hasta el 30 de julio de 1889, luego de ejercer consecutivamente entre los tres estados andinos venezolanos (Trujillo, Mérida y Táchira), recorriendo las poblaciones con el fin de establecer un centro para el ejercicio permanente de su profesión. Regresaba de San Cristóbal y Mérida para consultar sus propósitos con su padre, y se encontró con una carta de su maestro, Calisto González, donde decía que lo había recomendado al presidente de la República Juan Pablo Rojas Paúl para que fuera a París a estudiar ciertas materias experimentales y así contribuir a la modernización de la medicina venezolana, porque creía que reunía las condiciones para tal misión, y que debía trasladarse a Caracas y dispuesto a seguir viaje a Europa.

Es considerado el impulsor y pionero de la docencia científica y pedagógica en Venezuela, basada en lecciones explicativas, con observación de los fenómenos vitales, la experimentación sistematizada, prácticas de vivisección y pruebas de laboratorio. También coloreó y cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de Virchow. Por otra parte, es destacada su faceta como fisiólogo y biólogo, conociendo a fondo la física, la química y las matemáticas, ciencias básicas y trípode fundamental sobre la que reposa toda la dinámica animal.

Su labor docente fue interrumpida en dos ocasiones. La primera, cuando decide hacerse religioso y entrar en el monasterio de la orden de San Bruno en la Cartuja de Farneta, a la cual llegó el 16 de julio de 1908, y de la que regresó el 21 de abril de 1909, reincorporándose en mayo de ese mismo año a sus actividades académicas en la Universidad.

La segunda vez que interrumpió sus actividades docentes fue a partir del 1 de octubre de 1912, cuando el gobierno dictatorial del general Juan Vicente Gómez decreta el cierre de la Universidad, ya que esta se había situado en contra de su régimen. Sin embargo, restablece su actividad docente en enero de 1916, tras la fundación de la Escuela de Medicina Oficial, que funcionó en el Instituto Anatómico.

Hubo otra corta interrupción, pero esta vez sin apartarse del ámbito académico, ya que en 1917 viaja a las ciudades de Nueva York y Madrid para realizar estudios, quedando provisionalmente a cargo de sus cátedras el doctor Domingo Luciani. Reinicia su actividad docente el 30 de enero de 1918, hasta su muerte.

Durante la pandemia de gripe de 1918 en Venezuela, José Gregorio Hernández visita a los enfermos en Caracas.

Fue conocido en vida por su bondad, rectitud y fervorosa dedicación a aliviar el sufrimiento humano. Hijo de Benigno Hernández Manzaneda y de Josefa Antonia Cisneros Monsilla, realizó los estudios de primaria en Trujillo hasta los 13 años de edad cuando se mudó a Caracas. Fue un estudiante sobresaliente y se graduó de bachiller en filosofía en 1884. Ingresa en la Universidad Central, donde obtiene el título de Médico el 28 de junio de 1888.

Cuando se disponía a ejercer la profesión en Caracas, gracias a una beca, viaja a Europa para estudiar en París, algunas materias de las que aquí no se tenía gran conocimiento. Fue así como José Gregorio se preparó con profundidad en las áreas de: Microbiología, Histología Normal, Patología, Bacteriología y Fisiología Experimental. A su regreso de Francia fue nombrado profesor de la primera Cátedra de Bacteriología en América del Sur. Se dedicó a la docencia, el ejercicio profesional y a la práctica religiosa. Por esta razón, fue profesor desde 1891 hasta 1916. Se distinguió por su fe inquebrantable, su castidad perfecta, su humildad y sencillez profunda, su excelencia profesional, su tierna devoción a la Virgen, y su gran amor a Dios y al prójimo. En dos oportunidades quiso hacerse sacerdote, pero su condición física resultó su mayor impedimento.

Entre las publicaciones científicas se encuentran «Elementos de Bacteriología» (1906), «Sobre la Angina de Pecho de Naturaleza Palúdica» y en 1912 publica «Elementos de Filosofía»

El 29 de Junio de 1919 mientras llevaba medicinas a un enfermo necesitado fue atropellado por un carro en la zona de la Pastora.

Los venezolanos lo veneran por sus virtudes como médico y por su vocación religiosa. Por esta razón, desde hace varios años se le atribuyen varios milagros y curaciones, tanto es así que en 1949 el Vaticano inicia su investigación y en 1986 le asignan la jerarquía de «Venerable» -uno de los pasos en el proceso de beatificación según los parámetros de la Iglesia Católica-. Sus restos se encuentran en el Templo de la parroquia La Candelaria, después de estar por mucho tiempo en el Cementerio General del Sur. Era la tumba más visitada de dicho cementerio.

En Abril del 2020, se anunció que la Comisión Teológica del Vaticano aprobó el milagro del venerable doctor José Gregorio Hernández en la curación de la niña Yaxury Solórzano.

Siendo una niña, el 10 de marzo de 2017, Yaxury Solórzano recibió un disparo en la cabeza que le ocasionó un fuerte sangramiento y pérdida de masa encefálica. Los médicos aseguraron que de sobrevivir, quedaría en estado vegetal. Solo 20 días después, salió caminando y hablando del hospital. En el 2020, no solo habla: es una niña completanemente normal.

Finalmente, el 19 de Junio del 2020, el Papa Francisco decretó su beatificación, después de que el milagro fue reconocido por unanimidad por todos los cardenales que estudiaron el caso.

OTRAS EFEMERIDES

Se funda el equipo Navegantes del Magallanes (1917).

El Castillo de Santa Rosa de La Asunción en la Isla de Margarita, declarado Monumento Histórico Nacional (1965).

Francisco «Morochito» Rodríguez gana la primera medalla de oro olímpica de Venezuela (1968). 

Se estrena la película Terminator (1984).

Inicia transmisiones la emisora Kys FM 101.5 (1988).

Se inaugura el Museo y Casa Parroquial del Cristo del Buen Viaje en Margarita (2012).

Microsoft lanza Windows 8 (2012).

Microsoft lanza Paint 3D (2016).

Se realiza en la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria la exhumación de los restos mortales del venerable doctor José Gregorio Hernández para su beatificación (2020).

La NASA anuncia la presencia de moléculas de agua en la superficie iluminada de la Luna (2020).

Día Internacional de la Prevención de Quemaduras.

Mundial contra el Daño Cerebral Adquirido.

Día de la Suegra.

NACIMIENTOS

Nace José Gregorio Hernández (1864) | Médico, científico, profesor y filántropo venezolano.

Nace Miguel Otero Silva (1908) | Escritor, periodista, humorista y político venezolano.

FALLECIMIENTOS

Francisco Garfias López (2010), poeta español (n. 1921).

Llàtzer Escarceller (2010), actor español (n. 1914).

Paul (2010), pulpo supuesto oráculo de fútbol (n. 2008).

Francisco Villar García-Moreno (2010), político español (n. 1948).

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