Ciudad Guayana. Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, nació el Caracas, 24 de julio de 1783, y fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español. Contribuyó a inspirar y concretar de manera decisiva la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
En 1813 le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, que, tras serle ratificado en Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre.
Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era «el hombre de las dificultades» en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue presidente.
Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el Hombre de América y una figura de la historia universal, ya que dejó un legado político en varios países latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas, monumentos, parques, plazas, etc. Sus ideas dieron origen a la corriente política denominada bolivarianismo.
Simón Bolívar falleció el 17 de diciembre de 1830, a los 47 años de edad, a la una y tres minutos de la tarde. Los restos del Libertador recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la Catedral Basílica de Santa Marta, y en ese sagrado recinto moraron apaciblemente, hasta el 1842, cuando fueron trasladados a su país de origen Venezuela.
Bolívar vive en el corazón de los pueblos, en sus escritos que aún perduran hasta nuestros días y en su pensamiento bolivariano, además es considerado el Padre de la Patria, quien dedicó su vida a la unión de los pueblos en América.
Simón Bolívar Palacios llegó a la Quinta San Pedro Alejandrino de Santa Marta (Colombia) el 1 de diciembre de 1830, cuando ya sentía los peores estragos de la temible tuberculosis.
«Según este examen, es fácil reconocer que la enfermedad de que ha muerto S. E. el Libertador era en su principio un catarro pulmonar, que habiendo sido descuidado pasó al estado crónico, y consecutivamente degeneró en tisis tuberculosa…” dio a conocer un parte médico de la época.
Los restos del Libertador fueron puestos en un sarcófago elaborado en madera y bordado con oro y plata, que fue colocado donde se ubicaba el altar de la iglesia Santísima Trinidad.
La Quinta de San Pedro Alejandrino es una hacienda fundada el 2 de febrero de 1608 por Don Francisco De Godoy y Cortesía; fue el lugar en donde el Libertador Simón Bolívar pasó sus últimos días, y en la cual falleció el 17 de diciembre de 1830.
La historia oficial relata que luego de su renuncia y de recibir la noticia del asesinato de Sucre, solo y desengañado, Bolívar había decidido dirigirse a Europa, pero su salud empeoró rápidamente, razón por la cual aceptó la invitación del español Joaquín de Mier y Benítez, quedándose en la Quinta de San Pedro Alejandrino, al suroccidente de la ciudad de Santa Marta, donde llegó el 1 de diciembre de 1830, en la Goleta Manuel, escoltada por el buque USS Grampus (1821) de la Armada de los Estados Unidos.
Allí fue atendido por el médico francés Alejandro Próspero Réverend, en consulta con el Dr. M. Night, médico militar del USS Grampus. Siempre según el relato oficial, poco más de dos semanas después de haber llegado a Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830, Bolívar murió de tuberculosis. Los datos sobre los últimos días del Libertador, están tomados del libro que el Dr. Révérend publicó en 1866, en París, sobre la muerte de Bolívar, titulado La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales de Simón Bolívar, Libertador de Colombia y del Perú, donde detalla la evolución de la salud de Bolívar en sus últimos días, su muerte, autopsia y entierro.
Bolívar llegó a Santa Marta en estado de postración el 1 de diciembre de 1830, tras una penosa travesía por el río Magdalena desde Bogotá. A pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos momentos de lucidez que le permitieron dictar su testamento y su Última proclama, donde un Bolívar gravemente enfermo clamaba porque su muerte, por lo menos, permitiera la consolidación de la unión y la desaparición de los partidos.
Allí el Dr. Révérend realizó una autopsia sobre su cuerpo en la Aduana, extrajo sus órganos para guardarlos en recipientes y estableció sin lugar a dudas que la causa de muerte fue una «tisis tuberculosa», derivada de un catarro pulmonar mal curado, que se convirtió en crónico.
El día 24 de diciembre, el secretario general de la Comandancia de Santa Marta escribió un relato de los hechos sucedidos luego de la muerte de Bolívar, informando que su cadáver fue trasladado al edificio de la Aduana, donde se le practicó la autopsia y fue embalsamado, luego de lo cual se realizó en el mismo lugar el velorio del cuerpo, vestido con insignias militares, durante dos días, con la presencia masiva de la población, siendo enterrado el día 20. El entierro se realizó con un desfile militar hasta la catedral, donde fue enterrado sin la presencia del obispo.
La historia oficial sobre la muerte de Bolívar generó dudas en algunos historiadores. En particular la actuación del médico Alejandro Próspero Révérend y la tuberculosis, a qué se le atribuyó ser la causa de muerte del Libertador. También generó dudas la ausencia de otros médicos, la razón de la presencia del buque de guerra estadounidense USS Grampus y el papel jugado por el médico militar del buque, de apellido Night.
En 2007 el historiador venezolano Jorge Mier Hoffman, descendiente de Joaquín de Mier y Benítez, el español en cuya casa Bolívar murió, publicó un libro titulado La carta que cambiará la historia, en donde formula serias dudas en torno a la versión oficial de la causa y las circunstancias de la muerte de Simón Bolívar.
Poco después el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, informó públicamente que había leído el libro y que consideraba necesario exhumar los restos de Bolívar, para establecer si se trataban realmente de los restos del Libertador y si era cierto que había muerto de tuberculosis.
El 28 de enero de 2008 el presidente Chávez dictó el Decreto Nº 5834, creando una comisión científica, presidida por el genetista español José Antonio Lorente, con la misión central de exhumar los restos de Bolívar, establecer la identidad de los mismos y verificar si la tuberculosis fue efectivamente la causa de su muerte, y en caso negativo buscar indicios de la causa efectiva de su muerte, especialmente trazas de presencia de arsénico, que pudieran indicar un posible envenenamiento.
Dos años después, el 16 de julio de 2010, fueron exhumados los restos atribuidos a Simón Bolívar que se encontraban en el Panteón Nacional de Venezuela ubicado en Caracas.
Cabe recordar que los restos del Libertador, llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas, santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y de sus dos hermanas. Allí permanecieron en medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al Panteón Nacional, el 28 de octubre de 1876, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco.
En 1947 el constituyentista Andrés Eloy Blanco pidió ante el Congreso que los restos de Bolívar no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y esta se cubrió con una bandera de Venezuela elaborada en Gran Bretaña.
El 16 de julio de 2010, los restos mortales de Bolívar fueron exhumados por orden del gobierno de Hugo Chávez para su análisis y tratar de comprobar si en realidad murió por causas naturales o fue asesinado. También se realizaron pruebas de ADN. Asimismo, fue cambiada la urna de plomo por otra hecha de metacrilato sellada al vacío con detalles en oro y esta será colocada dentro de otra urna hecha de madera de cedrillo llanero, árbol maderero oriundo de Venezuela, con un escudo de oro.
A partir del día 24 de julio de 2010, una nueva bandera de Venezuela, bordada por mujeres en siete zonas diferentes del país, cubre los restos mortales de Simón Bolívar.
El 15 de julio de 2011, la unidad criminalística del Ministerio Público de Venezuela que exhumó los restos de Bolívar informó que la causa de muerte no fue tuberculosis como lo diagnosticó el médico que lo atendió en 1830 sino un trastorno hidroelectrolítico.
Otras fuentes oficiales indicaban que la causa de la muerte no pudo determinarse. El vicepresidente Jaua declaró que en los huesos no se encontraron rastros de tuberculosis crónica, aunque no descarta una “tuberculosis sistémica mucho más virulenta” que no habría llegado a penetrar los huesos.
El 24 de julio de 2012, el presidente de Venezuela Hugo Chávez presentó, en una transmisión conjunta de televisión, una imagen del rostro de Bolívar reconstruida digitalmente a partir del estudio antropomórfico de su cráneo que se realizó tras la exhumación de sus restos en 2010.
Redacción SNPD