Ciudad Guayana. Juan Melchor Bosco Occhiena (en italiano Giovanni Melchiorre Bosco), más conocido como Don Bosco falleció el 31 de enero de 1888 ¿Qué tiene que ver esto con los magos? él fue conocido entre la gente porque usaba la magia como herramienta para hacer que los más jóvenes se acercaran a la religión.

Aprendió magia y malabarismo por necesidad. Tuvo una niñez y juventud muy pobre, se vio obligado a trabajar en varios oficios.

Se dice que cada vez que iba una feria a su pueblo (Castelnuovo) él pasaba el tiempo viendo los magos intentando descubrir cómo hacían sus trucos, algunos los descubría y encontraba la manera de hacer los otros.

Durante sus estudios como sacerdote decía que podía predicar la palabra de Dios haciendo magia y malabarismo para atraer a los niños, convirtiéndose en la sensación de su pueblo y sus alrededores.

Cuentan que entre su repertorio hacía lo siguiente:

Sacaba de la boca de un chico 12 bolitas coloradas.

Cambiaba el agua en vino que luego ofrecía a los espectadores.

Multiplicaba los huevos de gallina sobre un cesto.

Sacaba palomas del bolso de las señoras.

Sacaba conejos de los sombreros de los espectadores.

Adivinaba el dinero que llevaban los espectadores en los bolsillos.

Hacía que su varita mágica volara sobre sus manos.

Resucitaba un pollo previamente descuartizado.

Y caminaba, saltaba y bailaba sobre una cuerda floja, sosteniéndose con un sólo pie.

San Juan Bosco, fue canonizado en 1934 y es el patrono de los magos. Más allá de las creencias religiosas o simplemente de fe que tenga cada uno, desde 1953, este día pasó a ser “el día de los magos”. ¿Qué hacía este señor para estar relacionado con los magos?

Educaba a los chicos más necesitados utilizando juegos de magia.

La casualidad hizo que la magia también se acercara a mucha gente del mundo, que en varios casos también está necesitada. 

Aunque no siempre lo que necesita es dinero o alimentos, a veces, simplemente, es atención.

Se utiliza la belleza del arte de la magia como herramienta de conexión entre los seres humanos de mil rincones del mundo, pero con diferencias culturales enormes entre ellos.

Lo bueno de la bella magia es que siempre une.

La magia es un lenguaje universal que no diferencia a nadie, por el contrario, iguala y empareja clases sociales, religiones, edades, colores de piel y culturas porque, en definitiva, todos somos iguales como seres humanos (las diferencias son culturales).

Redacción SNPD