Ciudad Guayana. La guerra de los mundos» (en inglés: «The War of the Worlds») es un episodio de radio de la serie dramática «The Mercury Theatre on the Air», que fue dirigida y narrada por el actor y futuro director de cine Orson Welles.

Se trató de una adaptación de la novela «La guerra de los mundos» de Herbert George Wells de 1898 y se emitió en directo como un episodio de Halloween, a las 9 p.m. el domingo del 30 de octubre de 1938.

La emisión durante varios minutos hizo pensar a millones de estadounidenses,  que los extraterrestres habían llegado para quedarse, provoca el pánico en varias ciudades del país.

El episodio es famoso por demostrar el poder de los medios de comunicación, ya sea porque causó el pánico en su audiencia o por el fenómeno posterior de la creación del mito que millones de estadounidenses se asustaron con la invasión de extraterrestres.

Cabe recordar que en otoño de 1938, en Estados Unidos los medios de comunicación hablaban de la constante amenaza del nazismo que crecía en Europa. En octubre, tras los Acuerdos de Múnich, Alemania ocupó militarmente los Sudetes.

Entonces la sociedad estadounidense empezaba a salir de la crisis mundial de la Gran Depresión y la televisión estaba aún en una fase experimental, pero en Estados Unidos,  la radio era el medio por ondas más popular, con programas de comedias, dramas o actualidad.

El joven Orson Welles había adquirido cierto prestigio interpretando en la radio algunas obras clásicas como “Los Miserables” y en julio de 1938, la red de emisoras Columbia Broadcasting System (CBS) le ofreció realizar un programa semanal en la cadena dramatizando más obras.

Fue así como junto con el guionista Howard Koch, que escribiría más tarde el guion de la película Casablanca, adaptaba novelas clásicas para la radio como Drácula, La Isla del Tesoro, Julio César o El Conde de Montecristo y Welles las interpretaba.

El domingo anterior a la emisión “La Guerra de los Mundos” se había interpretado “La vuelta al mundo en 80 días”.

El grupo de Welles, Koch y otros colaboradores, que formaban “The Mercury Theatre”, decidió adaptar la novela de H. G. Wells “La Guerra de los Mundos”.

Sí originalmente la puesta en escena se situaba en la Inglaterra victoriana, ahora sería en los Estados Unidos de 1938, concretamente en Nueva Jersey, en el pequeño pueblo de Grover’s Mill perteneciente al municipio de West Windsor.

Hay que recordar que la novela original era una crítica a la sociedad conservadora británica y cómo quería expandir el imperio británico a toda costa.

Welles tenía entonces apenas 23 años, y en los días previos a la emisión de la dramatización, creía que los habituales oyentes de sus dramatizaciones semanales iban a encontrar aburrida una historia tan poco probable.

 “Hoy sabemos que en los primeros años del siglo XX nuestro mundo estaba siendo observado por unos seres más inteligentes que el hombre y, sin embargo, igual de letales”

La introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización de la obra de ciencia ficción de H. G. Wells; en el minuto 40:30 aproximadamente aparecía el segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles.

En la emisión de «La guerra de los mundos», Welles interpretaba al profesor Pierson, el científico que explicaba lo ocurrido, mientras que también participaba un actor como el periodista Carl Philips.

Los hechos se relataron de tal forma que lo que era aparentemente un programa de variedades, con música en directo, se veía interrumpido con falsas noticias, con ficticios reporteros como Carl Philips, narrando la caída de meteoritos. Estos meteoritos eran los transportes de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de «rayo de calor» y gases venenosos.

Los invasores eran descritos como unos seres de “extraño aspecto”, con “boca en forma de V” y babeante, tentáculos que no paran de moverse, respiración dificultosa, movimientos lentos y ojos inmensos”.

El programa duró casi 59 minutos. Los primeros cuarenta correspondieron al falso noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pierson, que describía la muerte de los invasores.

“Una llamarada ha brotado del espejo y se dirige a los hombres que avanzan. ¡Los ha alcanzado! ¡Dios mío, los ha fulminado!”

Al final, Welles se despedía recordando que todo había sido una broma de la noche de Halloween, antes de anunciar las tres dramatizaciones para el domingo siguiente de tres novelas cortas.

“Hasta la vista a todo el mundo y recuerden, por favor, durante un día o algo así, la lección terrible que aprendieron esta noche. Ese invasor globular, reluciente, que apareció haciendo muecas en las salas de sus casas, es sólo un habitante de la imaginación; y, si llega a sonar el timbre de su puerta y no ven a nadie allí, no crean que fue un marciano… fue el genio travieso que aparece la víspera de Todos los Santos”

Orson Welles en un encuentro con la prensa al día siguiente de la emisión, diciéndoles que nadie relacionado con la emisión tenía idea de que causaría el pánico.

«Radioyentes aterrorizados toman una obra de teatro bélica como algo real. Muchos huyen de sus casas para escapar de la «invasión de gas marciana. Llamadas telefónicas inundan a la policía durante la emisión de la fantasía de Welles.

Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias fueron bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.​ Al día siguiente saltaron protestas exigiendo responsabilidades, la cabeza de Orson Welles y una explicación, de modo que el propio Orson Welles pidió perdón por la broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes.

“Durante la noche del 30 de octubre de 1938, miles de estadounidenses fueron presa del pánico mientras escuchaban una emisión que describía la invasión de nuestro planeta por lo marcianos. Probablemente, jamás se ha visto tanta gente súbita e intensamente conmocionada en calles y paseos de todas las localidades del país como durante la noche en cuestión”.

Era el inicio de la “aldea global” en la que desde entonces, fueron englobados los medios de comunicación, con su poderosa penetración, a las grandes masas de oyentes, en ese entonces, luego televidentes y más afianzados, lectores de los medios impresos.

Redacción SNPD

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