Plantearnos metas es muy sencillo pero el tenerlas no es garantía de lograrlas, de hecho cada nuevo año venimos cargados de la energía que nos brinda un nuevo comienzo. Se siente la oportunidad de volver a empezar y esta vez lograr lo que hasta ahora no hemos alcanzado.
Justo en este momento le damos rienda suelta a nuestra imaginación y nos permitimos soñar y envolvernos en la emoción que esto nos genera y que muchos llaman motivación, cuando no es más que euforia fugaz y efímera.
Pero bueno, quien en su momento no se deja arrastrar por esta bonita sensación de posibilidad y oportunidad y que realmente es maravillosa si la sabes utilizar.
Yo quiero que tu aprendas a utilizarla y erradiques los 6 errores comunes que surgen en esos momentos, a fin de que no solo te plantees metas, sino que tengas la capacidad de auto motivarte, trabajar por ellas y conquistarlas.
Hablemos entonces de estos errores, una vez que los conozcas ya no tienes excusa para caer en ellos.
¡Empecemos!
1. Dejarlas solo en la mente: Este es un error garrafal, pues la mente es el mundo de lo intangible y ¡sorpresa! Las metas se materializan en el mundo de lo tangible, si solo las dejas en tu mente, ahí se quedarán de por vida, los pensamientos urgentes que surjan día a día la hundirán en el pozo de los recuerdos y de a poquito su luz se irá desvaneciendo.
Así que ya te lo advertí, necesitas a partir de este momento plasmar tus metas en algo físico, en piedra si así lo quieres, yo lo hago en papel, es mucho más fácil.
2. Pensar en hacer feliz a todo el mundo: Este error es el castrador de vidas y la causa de tanta infelicidad en el mundo. Es que muchos creemos que tenemos vida y energía de sobra para cumplir nuestros sueños y los de los demás, un poco iluso este pensamiento.
Esto hace que posterguemos lo nuestro y le demos prioridad a lo de otros, entiendo lo loable en esta situación, pero no podrás salvar a nadie si no te salvas tu primero.
Hasta el protocolo de emergencia de un vuelo aéreo te lo dice, colóquese primero su mascarilla y luego colóquela al otro. Así que procura sincerarte y vacíate de querer satisfacer las necesidades o complacencias de los demás.
Cuestiónate y reflexiona, ¿Esto lo quiero para mi o para otros? ¿A quién quiero complacer? ¿Qué espero ganar de otros cuando logre esta meta? Trabajar en función de lo que te hace feliz primero a ti, es la clave, si aún no lo sabes, es preciso detenerse y dedicarte a conocerte un poco más.
3. Ser inespecíficos: Aquí entramos en el plano del dónde, cuándo y con quién, ¿Cuándo te planteas metas te has preguntado? ¿Dónde lo lograré? ¿Cuándo lo lograré? ¿Con quién lo lograré? Estas preguntas te llevan a filtrar esa meta, a ponerle fecha, lugar y te ubica en contexto.
Entonces ya deja de decir… Quiero lograr esto y aquello, así sin más… Porque te doy una noticia, esa es una ilusión, nunca una meta, aquí tienes la razón principal que lo convierte en un groso error.
4. Usar solo la mente consciente: Uy nuestra mente consciente, nos dice todo lo que queremos en el plano material y a veces nos lleva al territorio de la superficialidad, a tal punto de encontrarnos trabajando en función de metas que nos hacen absolutamente infelices y que nos mantiene ocupados y agotados, pero jamás productivos y proactivos y cuando quieres parar, estas tan perdido que no sabes como volver a comenzar.
Es que quiero esto o aquello, que según tu, racionalmente y según tu sistema de creencias, crees que necesitas.
Entonces piensas en tener una casa pero nunca un hogar, en tener un carro pero nunca un vehículo para moverte hacia tus sueños, en tener una pareja perfecta pero nunca una relación saludable.
Deja de cometer el error de pensar como máquina, porque somos seres emocionales y al final del cuento puede que tus metas ni te muevan lo suficiente como para esforzarte lo necesario por alcanzarlas o las alcances pero sigas sintiendo el mismo vacío que quizá te motivó a planteártelas.
Para erradicar esto, haz un mapa de sueños y conecta con tus intenciones primero en lo que quieres SER, luego HACER y por ultimo, lo que quieres TENER. Plásmalo en imágenes, con ellas es que la mente opera de forma efectiva.
5. Perderlas de vista: Este es uno de los errores más pero más comunes, nos planteamos metas y luego las dejamos en el baúl de los recuerdos y por ende llega el fin de año y no ha pasado absolutamente nada distinto.
A mi me paso mucho, hasta que entendí que para que una meta se cumpla tienes que tenerlas ahí presentes, puesto que el sistema reticular de tu cerebro se activa y la coloca en la carpeta de prioridades.
Así que si eres de quien escribe sus metas y luego las archiva esperando que se cumplan por si solas, ya no lo hagas más, a tu cerebro no le funciona este método.
6. Enfocarlas solo en TENER: Arriba les di un abrebocas de algunas razones por las que no debes enfocarte solo en tener al momento de plantearte tus metas.
Ahora quiero darte una adicional y que para mi tiene mucho más peso porque la he validado con mi experiencia.
Las metas no sirven de nada si no te transforman en una mejor versión de ti, en el camino a alcanzarlas.
Con esto quiero decir que es más fiable que te traces metas pensando en la persona en la que te quieres convertir y en todo lo que tienes que hacer para lograrlo y el tener solo será una consecuencia de lo anterior.
Así que piensa ¿En quién convertirte? ¿Cuándo, donde y con quién? Y pon tu mente brillante a trabajar en función de lo que quieres lograr.
Atrévete a accionar de forma consistente y verás resultados maravillosos.
Estos son los 6 errores más comunes que solemos cometer al momento de plantearnos metas, si identificas que has estado cometiendo uno o varios de ellos, es tu oportunidad de corregir.
Si necesitas ayuda, sabes que estoy aquí para apoyarte.
Espero que te haya beneficiado lo que te acabo de mencionar, si es así, entonces compártelo.
Con amor, Coach Bárbara Ortega
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