El 66 % de los rumanos considera que el dictador comunista Nicolae Ceausescu fue un «buen líder», y más de la mitad (55,8 %) cree que el comunismo fue beneficioso para Rumanía, algo que ha generado preocupación en la Presidencia del país balcánico.
Los datos fueron revelados este martes en un estudio del centro demoscópico INSCOP Research, en colaboración con el Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo y la Memoria del Exilio (IICCMER), que analiza el peso de la nostalgia comunista en la sociedad rumana.
Solo una cuarta parte de los encuestados calificó a Ceausescu como un mal dirigente, mientras que el 34,5 % valoró negativamente al régimen.
Casi la mitad de los encuestados en el estudio cree que la vida era mejor antes de 1989, cuando cayó el régimen comunista, un 75 % afirma que había más seguridad y dos tercios consideran que el Estado cuidaba mejor a los ciudadanos.
Ceausescu, ejecutado junto a su esposa en diciembre de 1989 tras un juicio sumario, gobernó Rumanía con mano de hierro durante 24 años. Su régimen estuvo marcado por la represión, el culto a la personalidad y una política de austeridad extrema que sumió al país en la pobreza y el aislamiento.
En los años 80, Rumanía se convirtió en uno de los países más pobres y herméticos de Europa y su población vivía bajo la estricta vigilancia de la temida policía secreta, la Securitate.
«La nostalgia funciona como un mecanismo compensatorio ante los agravios actuales», explicó Remus Ștefureac, director de INSCOP, quien atribuye este fenómeno tanto a recuerdos idealizados como a campañas de desinformación internas y externas.
El presidente de Rumanía, el europeísta Nicusor Dan, aseguró en un mensaje en las redes sociales que «esta falsa imagen del periodo comunista también se mantiene mediante campañas de desinformación, que intentan socavar los valores democráticos y presentar un pasado bellamente presentado, mientras ocultan la verdad sobre la represión, el miedo, el hambre y la falta de libertad».
«El hecho de que dos tercios de los rumanos consideren a Nicolae Ceausescu un buen líder demuestra la fragilidad de nuestra memoria colectiva y la facilidad con la que se pueden manipular las percepciones cuando el Estado no invierte lo suficiente en educación histórica y cívica «, agregó.
Para Daniel Șandru, presidente ejecutivo del IICCMER, es urgente promover una «pedagogía de la memoria» que salga del ámbito académico y llegue «a las comunidades, a las familias, al espacio digital, donde se forman las creencias de la nueva generación».
En las pasadas elecciones parlamentarias y presidenciales, gran parte del voto joven y rural fue a parar a formaciones ultraderechistas como AUR, la mayor formación opositora, que han acaparado el voto protesta contra los partidos tradicionales.
Según datos de Eurostat de 2023, el 45,1 % de la población rural de Rumanía estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 18,5 % de las zonas urbanas, lo que supone la mayor brecha entre ciudades y periferia en la UE.
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