Toronto.-La vista judicial para la extradición a Estados Unidos de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, se inició este lunes en un tribunal canadiense con las alegaciones de los abogados de la acusada de que todo el caso es una maniobra de Washington contra China.
La esperada vista está cargada de intriga política desde que el 1 de diciembre de 2018 las autoridades canadienses arrestaron a Meng a su paso por Canadá a petición de Estados Unidos que acusa a la hija del fundador de Huawei de fraude para evadir las sanciones comerciales impuestas contra Irán.
El caso, que China considera una violación de los derechos humanos de su ciudadana, también ha causado una grave crisis diplomática entre Ottawa y Pekín que poco después de la detención de Meng en la ciudad de Vancouver arrestó a dos canadienses, el exdiplomático Michael Kovrig y el empresario Michale Spavor.
Los dos siguen en cautiverio bajo la acusación de poner en peligro la seguridad nacional china y se enfrentan a largas penas de cárcel en el gigante asiático.
Hoy, el equipo de abogados de Meng, cuya fortuna personal está valorada en miles de millones de dólares, argumentó ante la jueza del Tribunal Supremo de la provincia de Columbia Británica que la ejecutiva china de 46 años de edad no puede ser extraditada a Estados Unidos porque el delito del que le acusa Washington no existe en Canadá.
Las autoridades estadounidenses acusan a Meng de mentir al banco HSBC sobre la relación de Huawei con su subsidiaria en Irán. Con sus acciones, realizadas según Estados Unidos para evadir las sanciones contra Irán, Meng puso en riesgo a HSBC por la violación de las sanciones.
Pero aunque el fraude es un delito en Canadá, la jueza Heather Holmes tiene que decidir si los cargos presentados por EE.UU. contra Meng son compatibles con el sistema judicial canadiense algo que los abogados de la heredera de Huawei rechazaron hoy porque en 2016 Ottawa dedicidió eliminar sus sanciones comerciales contra Irán.
Para los abogados de Meng, que desde mediados de diciembre de 2018 reside en una de las dos mansiones que posee en Vancouver junto con su familia, la solicitud de extradición es un intento de Washington de forzar a Canadá «a que ponga en vigor la mismas sanciones que hemos rechazado», según señalaron hoy en el tribunal de Vancouver.
Ante los argumentos de la defensa, la jueza Holmes lanzó una serie de preguntas al equipo de abogados de Meng, quien atendió a la vista sin mostrar emociones, y algunas de ellas pusieron en apuro a los defensores.
Holmes argumentó que tiene que considerar la conducta de Meng como si hubiera sucedido en Canadá, y no sólo al riesgo que esa conducta pudiera haber representado para HSBC, como pretende la defensa, para determinar si bajo las leyes canadienses, la directiva habría cometido algún delito.
Y la jueza terminó la jornada con una pregunta a la que no pudieron responder los abogados de Meng.
«Si este fuese un caso de enjuiciamiento doméstico, ¿serían viables cargos por fraude?», preguntó Holmes a lo que uno de los abogados de Meng respondió con un revelador: «Me gustaría pensar esa respuesta».
Aunque la vista de la solicitud de extradición está previsto que dure cuatro días, el caso podría prolongarse durante meses si la defensa y la fiscalía canadiense, que aboga por la extradición de Meng, requieren más tiempo para presentar nuevas pruebas.
En caso de que el Tribunal Supremo de Columbia Británica falle a favor de la extradición, la hija del fundador de Huawei podría solicitar una revisión de la sentencia.
Si la revisión confirma la decisión, Meng todavía podría recurrir al Gobierno canadiense ya que, de acuerdo a las leyes de este país, el fiscal general del Estado, que en Canadá es también el ministro de Justicia, David Lametti, puede detener la extradición si considera que es «injusta u opresiva».
Mientras, Pekín está ejerciendo todo tipo de presiones sobre Canadá para que deje volver a Meng a China. La ejecutiva de Huawei está en libertad tras pagar una fianza de 10 millones de dólares canadienses (unos 7,6 millones de dólares estadounidenses) pero sin posibilidad de dejar el país.
Desde el arresto de Meng, China ha enfriado las relaciones diplomáticas y comerciales con Canadá y ha acusado al país norteamericano de violar los derechos humanos de su ciudadana además de detener a Kovrig y Spavor.
Canadá ha lanzado una campaña diplomática internacional para conseguir apoyos frente a Pekín y lograr la liberación de Kovrig y Spavor, lo que ha provocado más tensiones con las autoridades chinas.
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