La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) defendió hoy que, contrariamente a la retórica de la intolerancia, las cifras de refugiados que cruzan el Mediterráneo son «manejables» si son observadas en el contexto de los éxodos que se están produciendo en distintos lugares, principalmente debido a conflictos armados.
En 2022, un total de 160.000 personas optaron por realizar la peligrosa travesía marítima y consiguieron llegar a Europa, según las cifras del organismo, frente a millones de personas que abandonaron sus países debido a la violencia, pero también por catástrofes naturales.
Al conmemorarse hoy el Día Mundial de los Refugiados, la portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, invitó leer esa cifra en el contexto de, por ejemplo, millones de personas que han huido de Ucrania por la guerra y, más recientemente, del medio millón de personas que tuvieron que salir precipitadamente de Sudán (en los dos últimos meses) a causa de un nuevo conflicto armado.
En la misma línea, recordó desastres mayores, como el terremoto que afectó la región fronteriza entre Turquía y Siria el pasado febrero, y que también han provocado un desplazamiento inesperado de personas.
«Estos sí que son números impresionantes» declaró Mantoo, quien incidió en que lo que resulta muy urgente es «tomar acciones frente al aumento de la mortalidad en el mar» Mediterráneo.
La portavoz llamó a mirar tanto a refugiados, como a migrantes, «con el mismo respeto» y con el entendimiento de que ambas categorías de personas tienen derecho a que su dignidad sea preservada.
«Hay que mantenernos lejos de cualquier demonización y retórica del odio, contra la que cada día luchamos, explicando que la gente no quiere abandonar sus hogares».
«El ejemplo (más reciente) es Sudán. Cuando estalló el conflicto medio millón de personas no necesitaban ni deseaban huir de sus casas, pero tuvieron que hacerlo y a diferencia de muchos otros están siendo recibidos con generosidad por los países vecinos, a pesar de que éstos también son de escasos recursos», explicó.
Para conmemorar este día, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, se encuentra en Kenia, en un gesto de agradecimiento a este país que lleva tres décadas recibiendo refugiados, cerca de 700.000 en la actualidad, principalmente de Somalia, Sudán del Sur y República Democrática el Congo.
Con el éxodo de Sudán, la cifra global de refugiados, desplazados internos y otras personas que requieren protección internacional superó el mes pasado los 110 millones.
En el caso exclusivo de refugiados -es decir, de quienes buscan protección en un país ajeno- el 76 % han sido recibidos en países de ingresos medios y bajos, contrariamente a la retórica de que todos buscan llegar a países ricos.
El lema que ACNUR ha dado al Día Mundial de los Refugiados 2023 es «Esperanza lejos de casa», con el que se quiere destacar que si se les facilita la inclusión, dándoles oportunidad de estudiar, trabajar y construir vidas productivas y sanas, entonces los refugiados pueden contribuir a sus nuevas comunidades y estar preparados cuando les toque volver a casa.
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