Dos activistas contra el cambio climático del grupo Just Stop Oil han arrojado este viernes sopa de tomate contra el cuadro Los girasoles de Vincent Van Gogh en la National Gallery de Londres, según señalan vídeos publicados en las redes sociales.
En un tuit, la policía ha informado de que los militantes de la organización ecologista habían lanzado una sustancia sobre el cuadro y «luego se pegaron a una pared. Ambos han sido arrestados por daños criminales y allanamiento agravado».
En el video publicado por Just Stop Oil, que ha estado realizando protestas durante las últimas dos semanas en la capital británica, aparecen dos mujeres arrojando dos latas de sopa de tomate Heinz sobre la pintura que es una de las cinco versiones de Los girasoles expuestas en museos y galerías de todo el mundo.
El cuadro, que data de 1888, estaría aparentemente protegido por un cristal. La National Gallery ha señalado en un comunicado que la pintura no ha sufrido deterioro y tan solo se han producido algunos «daños menores» en el marco.
“¿Qué tiene más valor? ¿El arte o la vida? ¿Vale más que los alimentos o la justicia”, pregunta una de las jóvenes. “¿Qué te preocupa más, la protección de un cuadro o la de nuestro planeta y las personas? La crisis por el encarecimiento de la vida es parte de la crisis energética. La gasolina es inasequible para millones de familias que pasan hambre y frío y que no pueden permitirse ni calentar una lata de sopa”, señalan las activistas en el video difundido en alusión a la crisis energética y de pobreza en Reino Unido.
Contra el cambio climático
Con esta acción los ecologistas reclaman que el gobierno británico detenga todas las nuevas licencias de extracción de petróleo y gas, ha señalado Scotland Yard. Desde el pasado 1 de octubre han llevado a cabo actos de protesta en Reino Unido bajo la consigna “Ocupa Westminster”.
No es la única manifestación de este tipo en las últimas semanas alrededor del mundo. Dos personas pegaron su mano el pasado domingo en el cuadro Masacre en Corea de Pablo Picasso expuesto en un museo de Melbourne, en el sureste de Australia, para hacer una llamada de atención sobre la crisis climática.
La Policía, tras lograr quitar el pegamento que unía las manos de los manifestantes con una cubierta que protege el cuadro, arrestó a los dos activistas y a otra persona que les ayudó.Durante el acto de protesta, los activistas, de 59 y 49 años, desplegaron a sus pies una pancarta que decía: «Caos climático = guerra + hambruna».
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