«Unidos por la Dignidad» (UPD) fue el nombre reservado, a solicitud, ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) por un grupo de activistas LGBTIQ+ la mañana del miércoles, 31 de agosto, el cual busca convertirse en un movimiento que representante todas las «causas sociales olvidadas».
Tamara Adrián, primera diputada trans de Venezuela, afirmó a las afueras de la sede del CNE en Caracas que, más allá de ser un movimiento LGBTI, son un «movimiento venezolano, de todos los sectores de este país que han vivido la discriminación y el abandono por parte del sistema».
De acuerdo a la información proporcionada por la Agencia EFE, «Unidos por la Dignidad» (UPD) no descarta participar en unas primarias; aspira, de hecho, a convertirse en un organismo con «carácter formal de representación electoral», es decir, que se permita a los integrantes elegir sus dirigentes y ser elegidos también como líderes en cargos populares.
«Es un movimiento que jamás había sido intentado en Venezuela», subrayó Adrián. Más tarde, en una entrevista concedida a Unión Radio, aseguró que luego de meses trabajando ya tienen presencia en casi todo el país.
Explicó, además, que la decisión de crear el movimiento político provino de generar un espacio donde las personas puedan unirse con una finalidad común
Por recorrer
La abogada, Richelle Briceño, señaló, por otro lado, que la petición ante el CNE es el primer paso a recorrer para constituir los estatutos de la organización y su junta directiva; lo siguiente será la etapa de validación para lo que requerirán firmas de apoyo.
Briceño detalló que entre sus metas están la búsqueda del «máximo desarrollo económico, la máxima inclusión social y la máxima garantía de los derechos humanos».
«Queremos erigirnos como ese centro que pueda producir el punto de encuentro en el país», aseguró la abogada.
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