Al menos 40 personas murieron y otras más de 50 resultaron heridas el jueves por la noche durante el asalto del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) a un barrio residencial cercano a Jartum, la capital de Sudán, informó un grupo de activistas de la zona.
Los paramilitares dispararon intensamente en «varios barrios residenciales» del distrito de Karari, al norte de Omdurmán, ciudad vecina de Jartum y una de las principales localidades disputadas entre las FAR y el Ejército sudanés, informó el comité de resistencia de la zona en un comunicado publicado en su página de Facebook.
«El número estimado de muertos hasta el momento es de 40, y más de 50 personas resultaron heridas», añadió el grupo de activistas, que apuntó que hay varios heridos en estado crítico y que el número de víctimas mortales podría aumentar.
El comité de resistencia recordó que «no existe un recuento preciso de muertos», puesto que la mayoría de los cadáveres los trasladaron al Hospital Universitario Al Naw y otros a hospitales privados, mientras que algunos de los familiares enterraron inmediatamente los cuerpos de sus seres queridos.
Hasta el momento, ni el Ejército ni las FAR han reaccionado a esta nueva matanza, que se produjo horas después de que más de un centenar de personas las masacraran durante otro asalto en la aldea de Wad al Nura, en el centro de Sudán.
El grupo paramilitar se desvinculó de esa tragedia y apuntó que sus fuerzas sí combatieron a una fuerza conjunta del Ejército en esa aldea, mientras que el líder militar de Sudán, general Abdelfatah al Burhan, prometió una «dura respuesta».
Violencia en Sudán
Las FAR y grupos tribales aliados suelen realizar violentas incursiones por tierra contra aldeas y ciudades del país, con el objetivo de saquear vehículos, armas y municiones antes de la llegada de los aviones de combate del Ejército.
El Ejército y los paramilitares están enfrentados en una guerra desde el 15 de abril de 2023 que se ha saldado hasta el momento con al menos 30.000 muertos, según el Sindicato de Médicos sudanés, que advierte que la cifra real de víctimas podría ser mucho mayor.
De acuerdo con la ONU, la violencia también ha provocado el desplazamiento interno y exterior de casi 10 millones de personas, mientras que ha abocado a más de 18 millones a la hambruna.
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