El Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA) volvió este martes a las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), mientras continúan los piquetes en las principales ciudades del país tras 103 días de huelga.
«Hoy volvemos a la mesa de negociación con la AMPTP. Un día más. Un día más fuerte. Todo el tiempo que haga falta», publicó en redes sociales el gremio de intérpretes de Hollywood, que exige a los estudios una mejora de sus condiciones laborales básicas, que se regule el uso de la IA en su trabajo y un aumento de los derechos residuales.
De hecho, este último punto, relativo a las bonificaciones extra que reciben los profesionales cada vez que una de sus producciones es emitida de nuevo en un servicio de «streaming», es uno de los principales escollos en su negociación con los estudios y plataformas.
Regreso de las negociaciones
Tras un impás de dos semanas, las partes regresaron este martes a la mesa de negociaciones después de que el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, llamara el sábado al negociador jefe de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, para reconducir la situación.
«Hoy damos las gracias a nuestro increíble Comité de Negociación por su inquebrantable dedicación para garantizar un futuro mejor a todos los artistas. Mientras ellos están en la mesa de negociación, nosotros estamos respaldándolos», expresó también en redes SAG-AFTRA junto a fotos de los paros en ciudades como Nueva York este mismo martes.
Nueva oferta para los actores
Hoy se esperaba que la AMPTP presentara su nueva oferta, pero de momento no han trascendido más detalles acerca del devenir de esta primera jornada de vuelta a las negociaciones.
En un comunicado publicado en redes sociales en la tarde del martes, el sindicato se limitó simplemente a decir que volverán a reunirse con los estudios mañana, e instó a sus miembros a no creer nada que salga en la prensa sobre la negociación salvo que provenga directamente del grupo.
«Seguid apareciendo en los piquetes y haceos oír en todo el país», dijo SAG-AFTRA.
El objetivo de los estudios es alcanzar un consenso que permita evitar que se tengan que posponer películas como la próxima entrega de «Mission: Impossible», que se estrenará en mayo de 2025 en vez de en junio de 2024 por la huelga.
Por su parte, SAG-AFTRA busca un aumento salarial del 11 % en sus remuneraciones mínimas, y mayores cotizaciones a la seguridad social y a sus pensiones. Puntos que parecen accesibles tras las conversaciones que mantuvieron con la AMPTP semanas atrás.
Ahora bien, la situación se enquista a la hora de hablar de derechos residuales: los actores propusieron sin éxito una tasa de 57 centavos por abonado en todas las plataformas de streaming, que costaría a los estudios unos 500 millones de dólares al año.
La AMPTP accedió a aumentar los pagos por derechos residuales hace dos semanas con base en el número de espectadores, siguiendo el modelo del acuerdo rubricado con el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos, pero la propuesta ni siquiera se acercaba a las cifras que manejaban los intérpretes de Hollywood.
El sindicato también pretende establecer unas condiciones mínimas para el uso de la IA, incluida la compensación para los profesionales y una cláusula de consentimiento.
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