Lisboa.- La aerolínea portuguesa TAP perdió 1.600 millones de euros en 2021, la mayor caída de su historia, un resultado que la empresa explica por las pérdidas acumuladas de la filial TAP ME en Brasil y el plan de reestructuración.
La compañía señaló este lunes, durante la presentación de resultados en Lisboa, que las cuentas se vieron afectadas por los costes no recurrentes de 1.024,9 millones de euros en el último trimestre motivados por el plan de reestructuración y el aumento de pérdidas de filiales como TAM ME Brasil, sujeta a un proceso de cierre gradual.
Los ingresos operativos aumentaron un 31 % respecto al 2020, hasta 1.388,54 millones, y los gastos subieron en mayor proporción, un 42,1%, hasta 2.877,2 millones.
Los costes de personal bajaron un 11 % por la reducción de la plantilla y los recortes salariales. La aerolínea contaba con más de 9.000 trabajadores en 2019, cerró 2020 con 8.106 empleados activos y el año pasado registró una disminución de 1.480 empleados.
El número de pasajeros aumentó un 25,1% el año pasado, aunque representaron cerca del 34,2% de 2019, el último ejercicio antes de la pandemia.
TAP (Transportes Aéreos Portugueses) cerró 2021 con una flota operativa de 94 aviones, dos menos que el año anterior.
Pese a estas cifras, la aerolínea confía en mejoras para 2002 por la recuperación de la demanda post-covid y el avance en el plan de reestructuración aprobado en diciembre.
La presidenta ejecutiva de TAP, Christine Ourmières-Widener, apuntó que la aerolínea está contratando cerca de 250 tripulantes de cabina para asegurar los vuelos de verano.
En 2020, la aerolínea perdió 1.230 millones de euros y en 2019 más de 95 millones.
El impacto de la pandemia en la aerolínea llevó a la Comisión Europea a dar luz verde a ayudas estatales que rondan los 3.200 millones de euros (unos 3.500 millones de dólares), a cambio de un plan de reestructuración.
Actualmente, el Estado luso controla el 100% de la aerolínea portuguesa.
EFE
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