Vecinos del sector buscaron la filtración de las aguas servidas y «destaparon» la tubería. Foto: Níger.

Residentes de la calle Orinoquia del sector Luces de Puerto Ordaz, parroquia Universidad, denunciaron el bote de aguas negras que se presenta  desde el pasado mes de octubre y se encuentran a la espera de las autoridades de Hidrobolívar.

«La tubería que filtraba estaba sellada y entre un grupo de vecinos se logró destapar, para verificar por qué se botaba, pensamos que el agua que corría provenía de la casa de una vecina, pero cuando vimos en la dirección donde venía el agua, dimos con el problema», dijo Rosa Navas, vecina afectada por el bote de las aguas negras.

Rosa Navas, residente afectada, mencionó que se encuentran a la espera de Hidrobolívar para solventar la problemática. Foto: Níger.

Asimismo, Navas agregó que, con una «cabilla larga» consiguieron «destapar» la obstrucción de la tubería y dejaron los preparativos para realizar una «tanquilla» en la calle.

Sin embargo, señaló que hace aproximadamente dos semanas la obstrucción volvió a ocurrir y en esta oportunidad no lograron «destapar» la tubería.

«Quedamos con la idea de hacer una tanquilla, por si acaso en algún tiempo podíamos tener una, pero resulta que se nos atrasó un poco, porque no teníamos quien nos ayudará a hacer la tapa», explicó.

Por ello, mencionó que realizaron la solicitud a través de la VenApp, para solicitar el apoyo de la empresa Hidrobolívar y solventar la problemática.

«Mientras nosotros hacíamos la solicitud para que nos prestaran apoyo con la tapa, el bote de aguas negras volvió a ocurrir y estamos a la espera de que venga la cuadrilla de trabajo para que finalicen», aseguró.

Es por ello que los vecinos solicitan la presencia de la hidrológica en el sector, dado que la problemática se encuentra afectando a ocho familias.

Aguas negras «ahuyentan» a los jóvenes de hacer deporte

Las aguas negras corren hasta el espacio de recreativo de los jóvenes del sector. Foto: Níger.

Por su parte, Carlos Fernández, coordinador deportivo del sector, apunta que la presencia y malos olores de las aguas negras «ahuyentan» a los jóvenes que utilizan el espacio designado a la recreación deportiva en la calle.

«Cuando están jugando con un balón y este cae en las aguas los niños se desaniman o cuando los olores se intensifican, se vuelve insoportable el mantenerse en el sitio», concluyó.

 

 

 

 

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