Madrid.- Una de las prioridades de España en su semestre al frente de la Unión Europea (UE), desde julio próximo, será fijar un marco de relaciones políticas, comerciales y financieras que deje «unidas para siempre» a Europa y Latinoamérica como aliados naturales que son.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, marca este ambicioso objetivo de la presidencia española en una entrevista con EFE antes de viajar a Santo Domingo para participar en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, que comienza este viernes.
Albares ve dos factores que lo llevan a ser optimista para la consolidación definitiva de las relaciones entre la UE y Latinoamérica.
Primero, la apuesta que España va a hacer y que ya se ha traducido en la convocatoria, después de ocho años, de una cumbre bilateral entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con la que España prácticamente abrirá su presidencia europea a mediados de julio.
El segundo, según el ministro, es la guerra en Ucrania, que ha llevado a una nueva mirada de Europa hacia América Latina. «Los europeos hemos redescubierto que necesitamos socios, amigos y aliados en el mundo», argumenta.
«América Latina es de lejos -asegura Albares- la región más eurocompatible del planeta, con los mismos valores, la misma apuesta por el multilateralismo, el rechazo de la guerra, el respeto a la Carta de Naciones Unidas… Es natural que trabajemos juntos».
El jefe de la diplomacia española considera que hay que ser proactivos e intensificar la agenda común. «El replanteamiento que nos tenemos que hacer los europeos es cómo podemos ser más útiles a América Latina, qué podemos ofrecer».
«Lo que Europa no puede seguir haciendo es lo que se ha hecho en los últimos años en demasiadas ocasiones, que es dar por descontada, dar por supuesta América Latina, precisamente porque son totalmente compatibles con nosotros, cercanos a nosotros, comparten nuestros valores», subraya.
Albares aspira a logros concretos y dice que a final de año deberían haberse producido avances significativos en los acuerdos comerciales con México, Chile y Mercosur, un programa de trabajo con una financiación consecuente para América Latina y una comprensión por parte de todos los socios europeos de que esa región es «el aliado natural de Europa».
BRASIL
Esta cumbre iberoamericana no contará con la presencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya que su agenda de los próximos días incluye una visita oficial a China, país que se ha convertido en el principal socio comercial de Latinoamérica.
Albares no cree que su ausencia y que se deba a una visita a China sea una mala señal para las expectativas de éxito de la cumbre ni para las aspiraciones europeas de recuperar un lugar privilegiado como socio económico de América Latina.
«El presidente Lula tiene una agenda marcada, pero su ministro de Asuntos Exteriores -Mauro Vieira- (…) va a estar presente», destaca Albares.
Añade que el Brasil de Lula cree en el multilateralismo, en las soluciones conjuntas para los desafíos globales y que, por tanto, va a sumar y a reforzar aspectos fundamentales que se tratarán en la cumbre.
Las dudas europeas sobre el compromiso del anterior gobierno brasileño sobre protección de la Amazonía son una de las razones para que el acuerdo entre la UE y Mercosur esté bloqueado desde 2008. Ahora las cosas han cambiado y ese acuerdo, beneficioso para ambas partes, puede salir adelante.
«Nadie duda del compromiso medioambiental, del compromiso con la Amazonía del presidente Lula». Por lo tanto, confía Albares, «este es el momento de hacerlo, porque tenemos a una persona que tiene una agenda medioambiental exactamente igual a la europea y cuyo compromiso con la defensa del medio ambiente (…) está fuera de toda duda».
MÉXICO
Tampoco el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acudirá a la cumbre, ni siquiera el canciller Marcelo Ebrard, pero también Albares le resta importancia.
«Lo importante no es el quién va a estar, sino qué aporta cada país y México aporta mucho a la comunidad iberoamericana», aduce.
El ministro español se refiere a las relaciones bilaterales, que el presidente mexicano considera «en pausa», y destaca que es difícil encontrar una relación tan densa, tan rica y tan sólida entre dos países.
«No es posible pausar una relación fraterna hecha entre personas, consolidada en los lazos personales, en los lazos familiares, en los intercambios culturales, en los intercambios empresariales», afirma.
VENEZUELA
España mira con esperanza la situación en Venezuela después del acuerdo humanitario entre Gobierno y oposición y está, según Albares, a disposición de ambos «si creen que hay algo en lo que podemos serles útiles».
Lo importante es que se llegue a un acuerdo político «fundamental y definitivo», señala el ministro.
Preguntado sobre si fue un error reconocer al opositor Juan Guaidó presidente interino, dice que España «ha hecho siempre la misma apuesta: que la solución que Venezuela quiera darse a sí misma venga a través de medios pacíficos y a través del diálogo entre venezolanos».
COLOMBIA
España también se va a involucrar desde el primer momento, dice Albares, acompañando en el proceso de paz global del presidente Gustavo Petro de Colombia, y está a su disposición en los tiempos y la agenda que determine.
NICARAGUA
Respecto a Nicaragua, el ministro español reitera el compromiso con quienes han sido expulsados del país para que obtengan la nacionalidad española por carta de naturaleza, la forma más rápida y directa de lograrlo.
Ante esa pena «infamante e infame» (las autoridades nicaragüenses les han retirado la nacionalidad), Albares insiste en que España ofrecerá la posibilidad de acceder a la española -ya hay 81 solicitudes- a todos los nicaragüenses que se encuentren en esa situación y a los que puedan sumarse en el futuro, aunque no se trasladen a residir a España.
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