Berlín.- El ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, anunció hoy la suspensión en todo el país del uso obligatorio de mascarillas en el transporte público de larga distancia a partir del próximo 2 de febrero.
En una comparecencia ante la prensa, Lauterbach afirmó que esta decisión se justifica porque «la situación pandémica se ha estabilizado» y precisó que la incidencia acumulada en siete días se sitúa en 115 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes, la mitad que hace una mes, y que los valores medidos en las aguas residuales se mantienen o incluso descienden.
Además, la tasa de ingresos hospitalarios sigue retrocediendo y se sitúa actualmente en 6,4 por cada 100.000 habitantes, por lo que la situación «sigue tensa, pero bajo control».
«La población cuenta con una elevada inmunidad y los expertos consultados no parten de la base de que se vuelva a dar una gran oleada grave en invierno», ni se espera que en las próximas semanas y meses lleguen a Alemania nuevas variantes particularmente peligrosas
Aún así, apeló a la población a usar voluntariamente la mascarilla en espacios cerrados y también en los trenes para protegerse a si mismo y a los demás y recordó que «la pandemia no ha acabado», sino que está en proceso de pasar a una situación endémica.
«Simplemente tenemos que confiar más en la responsabilidad personal y la voluntariedad», dijo Lauterbach al pedir que no se minimice la gravedad del coronavirus a pesar de la relajación de las medidas.
Subrayó que esta nueva evaluación de la situación ha sido acordada con los estados federados y con expertos, con la conclusión de que sigue siendo necesario proteger a los grupos vulnerables y observar la evolución de la pandemia.
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