La organización humanitaria ActionAid alertó este sábado de que mujeres y niñas de Zambia corren el riesgo de verse obligadas a participar en prácticas de explotación sexual a cambio de pescado en zonas remotas del país debido a los recortes a la ayuda exterior de Estados Unidos.
«La interrupción abrupta de la financiación de USAID (la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) ha obligado a ActionAid a suspender su trabajo de protección de las mujeres en los campamentos pesqueros remotos de Zambia, privando a las comunidades de recursos vitales para combatir la violencia de género», afirmó la ONG en un comunicado publicado en coincidencia con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Esta práctica de «sexo por pescado» se ha vuelto cada vez más común en Zambia, ya que la sequía prolongada y las malas cosechas han llevado a más mujeres a dedicarse al negocio de la pesca en busca de ingresos, según la organización.
Pero para muchas, advirtió, rápidamente se convierte en «un ciclo de abuso y coerción».
«No piden dinero. Exigen sexo a cambio de pescado más barato», dijo Martha (nombre ficticio para proteger su seguridad), una comerciante que vive del negocio de la pesca, apoyándose en los pescadores locales para que le suministren el producto.
Aunque esta mujer posee una red de pesca, no tiene un barco para salir al agua, por lo que depende de los hombres que controlan el acceso a los peces.
Desde 2023, el programa de ActionAid, financiado por USAID, hacía que grupos de vigilancia de mujeres dirigidos por la comunidad ayudaran a éstas a escapar de la explotación y denunciar los abusos.
Asimismo, las supervivientes disponían de casas de acogida y atención médica, al tiempo que las campañas de concienciación estaban rompiendo el silencio en torno a las prácticas de sexo por pescado.
«La decisión imprudente de recortar la financiación de USAID está teniendo un impacto inmediato y grave en los más vulnerables del mundo. Ha dejado a las mujeres y niñas de Zambia en riesgo de explotación, eliminando el apoyo fundamental sin ningún plan para reemplazarlo», aseveró la directora ejecutiva de ActionAid en EE.UU., Niranjali Amerasinghe.
Indiferencia cruel
«No se trata de eficiencia, se trata de una indiferencia cruel hacia los necesitados, impulsada por maniobras políticas y la influencia de un multimillonario no electo. No nos quedaremos de brazos cruzados mientras se desmantelan programas críticos. La ayuda debe restablecerse de inmediato», añadió Amerasinghe.
La directora ejecutiva se refirió al magnate tecnológico Elon Musk, a quien el presidente estadounidense, Donald Trump, ha colocado a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) para recortar el gasto público.
Al frente de DOGE, Musk no sólo ha capitaneado el despido de miles de empleados públicos, sino que también ha aprobado la congelación de fondos y subsidios, lo que está afectando a una variedad de programas, desde la ayuda humanitaria de EE.UU. al exterior o préstamos estudiantiles hasta programas de investigación científica y sanitaria o iniciativas de asistencia alimentaria.
También ha supuesto el desmantelamiento de USAID, agencia que Trump y Musk se habían propuesto cerrar.
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