“En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente.» Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda.  Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo”.         

Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela

En este Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario la Iglesia Universal celebra la fiesta entre otros santos, en honor al Beato Conrado Confalonieri de Piacenza, nacido en Piacenza, Italia, hacia 1290. Un atentado contra el medio ambiente le condujo a la santidad. Al ver que un inocente acusado del grave delito ecológico iba a ser ajusticiado en su lugar, confesó su culpa dando un giro radical a su vida y a la de su esposa. Murió el 19 de febrero de 1351 mientras oraba. Fue agraciado con el don de milagros. En 1515 León X lo declaró «Beato no canonizado» y Urbano VIII aprobó su culto el 12 de septiembre de 1625. Sepultado en la iglesia de San Nicolás de Noto, es junto a san Nicolás de Bari, patrono de aquella ciudad.

Y la liturgia diaria nos presenta el Evangelio de JESUCRISTO, Según San Mateo capítulo 5, versos del 38 al 48. En el que JESÚS, les propone a sus seguidores, otros métodos y actitudes para enfrentar las ofensas y las agresiones, para superar la estricta justicia del revanchismo, incluso por encima de los derechos personales, imitando la paciencia y el respeto de DIOS para con todos, y de esta manera poder hacerle frente a la espiral de la violencia. Actuando así, se puede alcanzar la meta máxima que el Maestro, nos indica: “sean perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto!” (Mt 5,48).

Una vez más JESÚS hace prevalecer el precepto de la fraternidad y de un AMOR incondicional. Y es que, “el ojo por ojo, diente por diente” la regla que se conoce como ley del Talión. Que valía también para la antigua Ley judía, era un esfuerzo que buscaba contener la venganza en los límites de la paridad. Ya que antes de la existencia de esta ley, se mataba a una familia entera, si uno de sus miembros le comía una gallina a la otra familia. Tarea nada fácil, pues la venganza acostumbra a desencadenar una espiral de violencia.

Al confrontarnos con el texto, vemos como ofrecer la otra mejilla, entregar también el manto, andar más de un kilómetro, es el método que JESÚS nos enseña para frenar la venganza, quitar las armas y desmontar gratuitamente la violencia de los malvados. Es vencer el mal y el odio con el AMOR. Ya que, la declaración del Maestro establece que cualquier intento de justicia por cuenta propia o cualquier búsqueda de venganza ante las injusticias no son conductas propias de sus seguidores. Por lo que hay que tener una configuración con su marea de Ser y de Hacer, que son determinantes para el comportamiento de una comunidad que se autodenomina CRISTIANA.

Por eso es que en vez del “diente por diente y ojo por ojo”, JESÚS nos enseña a amar a nuestros enemigos y a orar por aquellos que nos persiguen. Pero no se trata de claudicar en la búsqueda de la Verdad, ni de resignarse en la lucha por la Justicia. Tampoco de olvidar sin más, como tontos. Se trata más bien de desmantelar el modo operandi de quienes de manera descarada y continua violan el estado de derecho, para volver al imperio de la ley. Donde las víctimas o los familiares de ellas, sean resarcidas en su dignidad y los victimarios sean sometidos a juicios conforme a un estado de derecho, no por venganza sino por justicia.

Entender esta práctica o exigencia de vida cristiana no es sencillo, ya que pensamos que esta manera de actuar, está fuera de nuestras posibilidades, sobre manera en una situación como la que vivimos los venezolanos, de profunda conflictividad social, y donde la mayoría queremos que alguien pague con su vida, por cada uno de nuestros derechos vulnerados. Por eso es que las enseñanzas de JESÚS, son una constante invitación a practicar la misericordia y exigen un cambio de actitud en la resolución de los conflictos y en la interpretación de las normas sociales, religiosas, culturales y jurídicas.

Señor JESÚS, Te pedimos hoy que nos conceda la Gracia de Tu Espíritu Santo, para poner tener el discernimiento necesario a la hora de exigir la aplicación de la justicia, y no dejarnos llevar por los sentimientos de la venganza, que en nada contribuyen a la construcción de una sociedad de paz y de justicia.

Amén

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store