El mercado de alquileres residenciales en Puerto Ordaz, estado Bolívar, se encuentra en una situación compleja. Aunque los precios se han mantenido relativamente estables en los últimos años, siguen siendo inaccesibles para una gran parte de la población. La oferta en declive y las condiciones cada vez más restrictivas para los inquilinos hacen que alquilar una vivienda en la ciudad siga siendo un desafío, especialmente para los jóvenes profesionales que buscan independencia

Según Hiana Millán, de Millán Inmobiliaria, con más de nueve años de experiencia en el mercado, los costos de arrendamiento en Puerto Ordaz varían según la zona y el tipo de inmueble.En sectores como Alta Vista y Río Negro, un apartamento de dos habitaciones amoblado puede oscilar entre 250 y 300 dólares mensuales, mientras que opciones más sencillas están disponibles desde 200 dólares. En el caso de las casas, los precios superan los 350 dólares en las zonas de mayor demanda.

Apartamentos de 2 habitaciones: entre 200 y 300 dólares mensuales, dependiendo de si están amoblados o no.

Apartamentos de 1 habitación: solo disponibles en Alta Vista, con costos que oscilan entre 160 y 180 dólares.

Casas: desde 250 hasta 350 dólares, dependiendo de la ubicación y el tamaño.

El salario mínimo en Venezuela, que se mantiene en aproximadamente 130 bolívares (menos de 5 dólares mensuales), hace que alquilar una vivienda sea prácticamente imposible sin ingresos adicionales en moneda extranjera. Muchos jóvenes recurren a trabajos informales, emprendimientos o remesas enviadas por familiares en el exterior para poder cubrir sus gastos básicos.

Sin embargo, aun cuando logran generar ingresos adicionales, esto no les garantiza acceder a un alquiler, ya que los propietarios e inmobiliarias priorizan arrendar a empresas o empresarios con mayores garantías económicas, estableciendo requisitos cada vez más restrictivos para los inquilinos particulares.

Condiciones para alquilar

Según explica Hiana Millán en entrevista exclusiva con Nueva Prensa Digital, el pago del alquiler se realiza mayoritariamente en dólares, dado que la mayoría de los propietarios residen en el extranjero y prefieren recibir su dinero en moneda extranjera. Aunque los inquilinos pueden pagar en bolívares, los contratos se formalizan en dólares para evitar devaluaciones.

Las condiciones de alquiler también son cada vez más estrictas. Se exige un depósito de garantía de al menos tres meses, fiadores y, en la mayoría de los casos, los propietarios prefieren alquilar a empresas en lugar de a personas naturales. «El 90 % de los inmuebles se alquila a empresas, mientras que los particulares tienen más dificultad para acceder», explicó Millán.

Oferta en declive y cambios en la demanda

La oferta de alquileres en la ciudad ha disminuido significativamente en los últimos años. Según datos de Millán Inmobiliaria, el número de propiedades disponibles para arrendamiento ha caído en un 40 % en comparación con el período previo a la pandemia, afectando principalmente a jóvenes y familias que buscan vivienda.

De acuerdo con Millán, muchos propietarios han optado por vender sus propiedades en lugar de alquilarlas, lo que ha reducido las opciones disponibles. «Después de la pandemia, la fluidez de alquileres bajó mucho. Antes podía cerrar hasta 12 alquileres en un mes; hoy, en promedio, un asesor puede concretar entre uno y dos al mes», indicó.

En cuanto a la demanda, el perfil de los inquilinos es variado. Jóvenes profesionales con empresas, familias que han vendido sus viviendas y adultos mayores cuyos hijos les alquilan una propiedad son los principales interesados en arrendar. No obstante, la preferencia por el tipo de vivienda depende de las necesidades individuales: algunos buscan casas con mayor espacio, mientras que otros prefieren apartamentos más económicos y de fácil mantenimiento.

«Para ser honesta, actualmente se ve un 50 % y 50 %. Jóvenes, familias que vendieron sus casas y necesitan alquilar mientras compran otro inmueble, o quienes alquilan porque vendieron su casa y tienen planes de irse del país, el perfil del cliente es variable. Antes se veía más empresarios», recalcó.

Edificios en el Centro de Puerto Ordaz. Foto: referencial
Edificios en el Centro de Puerto Ordaz. Foto: referencial

Dificultades para los inquilinos y propietarios

Los inquilinos enfrentan múltiples desafíos para conseguir una vivienda en alquiler. La escasez de opciones, los altos costos y los gastos adicionales, como el pago de condominios (que pueden sumar hasta 50 dólares mensuales), hacen que arrendar sea una opción costosa. Además, encontrar un inmueble que cumpla con la relación precio-calidad deseada se ha vuelto cada vez más complicado.

Por otro lado, los propietarios también enfrentan problemas. Muchos han tenido experiencias negativas con inquilinos irresponsables que no cuidan las propiedades. Tal es el caso de Yaritza Guzmán, una docente jubilada que alquila su apartamento desde 2018. «Nadie cuida tu inmueble como uno. Me ha tocado inquilinos que me han dejado el apartamento destrozado, hasta los motores de los aires acondicionados se han llevado», expresó.

Guzmán también señaló que, a pesar del aumento en el costo de la vida, no ha podido subir el precio del alquiler en los últimos seis años. «Cobro 180 dólares desde hace años y no he podido aumentar porque los inquilinos simplemente no están dispuestos a pagar más», explicó.

Yaritza Guzmán recalcó que la inmobiliaria que gestiona su propiedad solicita un mes de alquiler como comisión y tres meses de adelanto para el arrendatario. No obstante, reconoció que pocos clientes pueden cumplir con esta exigencia, lo que obliga a flexibilizar las condiciones, reduciendo el pago inicial a uno o dos meses y aceptando una combinación de divisas.

«Yo lo que le pido al inquilino es que me dé un billete de 100 dólares en efectivo y la diferencia puede ser en pago móvil, bolívares, porque sé lo difícil que está la situación económica en el país, pero aún así, alquilar no es rentable. De hecho, estoy pensando en regresarme a mi apartamento y dejar de alquilarlo», afirmó.

Perspectiva de los inquilinos

Para entender mejor la situación actual del alquiler en Puerto Ordaz, conversamos con Aníbal Velásquez, un diseñador gráfico de 35 años que alquila un anexo en el sector Caura.

«Pago 100 dólares al mes por un anexo que incluye Internet, aire acondicionado, cocina, cama, nevera, agua y electricidad. Sin embargo, el gas lo pagamos entre todos, lo que representa un gasto adicional de 200 a 300 bolívares cada tres meses», comentó.

Velásquez explicó que inicialmente pagaba en bolívares, pero su arrendador ahora exige el pago en dólares en efectivo, lo que le ha complicado la situación. «Tengo que buscar el cambio y comprar los dólares en efectivo, lo cual no es fácil», señaló.

Para el joven diseñador, independizarse en Puerto Ordaz es fácil solo si se tienen buenos ingresos. «Con un sueldo mínimo o un solo trabajo lo veo bastante difícil», afirmó.

En cuanto a la búsqueda de vivienda, Velásquez afirmó que encontró su alquiler a través de Facebook Marketplace y que le resultó difícil hallar opciones que incluyeran mobiliario e Internet. «Muchas de las habitaciones que vi no tenían cama, cocina ni nevera, y eso para mí era fundamental», explicó.

Sobre su decisión de alquilar un anexo en lugar de un apartamento, explicó: «De momento quise algo más pequeño y que no me pidiera tantos ‘requisitos’ o formalidades. Podría plantearme vivir en un apartamento, pero necesitaría organizarme más, para conseguir más trabajos que me permitan correr con ese gasto».

«Vi varios apartamentos antes de tomar una decisión, pero pedían demasiados meses de adelantado, contratos, pagos extras, era todo muy engorroso. Además, el apartamento no estaba amoblado, no tenía ni una cama. Para ese momento, no disponía de tanto dinero. Eran como 800 dólares que debía pagar de una vez y no tenía», comentó.

En cambio, en los anexos que consultó, los requisitos eran más flexibles. En el lugar donde decidió alquilar, solo tuvo que dar un mes por adelantado.

«Hay apartamentos amoblados, modernos, muy bonitos, a buen precio, pero quedan muy lejos y como no tengo carro, tendría muy lejos todo. La mayoría de esos apartamentos están por Villa Betania, Villa Icabarú, y es muy lejos para mí», explicó.

En cuanto a su experiencia con el propietario, destacó que no ha tenido problemas. «Es un señor amable, pide las cosas de manera cordial y es flexible con el pago», indicó.

Velásquez recomienda a quienes buscan alquiler en la ciudad que visiten personalmente los lugares antes de tomar una decisión. «En fotos se ven bien, pero cuando vas al sitio es otra cosa. Me pasó con un lugar en Ventuari: en las imágenes parecía chévere, pero al llegar, el baño tenía un olor terrible, algo que no se percibe en las fotos», advirtió.

Publicación de alquiler en Facebook MarketPlace

Impacto de los servicios públicos en los precios de alquiler

Uno de los factores que más influyen en el costo del alquiler en Puerto Ordaz es la calidad de los servicios públicos. En sectores como Unare y Core 8, donde los cortes de agua y electricidad son frecuentes, los precios tienden a ser más bajos. En contraste, zonas como Villa Africana y Los Olivos, con servicios más estables, presentan alquileres más elevados debido a la demanda de una mejor calidad de vida. La disponibilidad de agua, electricidad e Internet puede hacer que el precio varíe considerablemente.

«Si el inmueble cuenta con agua constante y buena electricidad, el precio sube. En zonas como Los Olivos y El Tiamo, donde la fluidez del agua ha mejorado en los últimos años, los alquileres han aumentado significativamente, llegando a 300 dólares en algunos casos, cuando antes de la pandemia se conseguían en 200 dólares. Por otro lado, sectores como Alta Vista, Río Negro y el centro de Puerto Ordaz mantienen precios más estables debido a que sus condiciones de servicios no han variado tanto”, explicó Millán.

En sectores como Unare, muchos inquilinos deben invertir en tanques de agua y plantas eléctricas para garantizar una calidad de vida aceptable. «Todo esto encarece el costo de vida y hace que, a veces, sea preferible pagar más por un lugar donde los servicios sean más estables», añadió.

La difícil independencia de los jóvenes

Para los jóvenes profesionales en Venezuela, independizarse es casi un lujo inalcanzable. A pesar de la estabilización de los precios de alquiler, al menos en el caso de Puerto Ordaz, los salarios en bolívares siguen siendo insuficientes para cubrir los costos de arrendamiento, lo que obliga a muchos a permanecer en casa de sus padres o compartir viviendas con varias personas.

El acceso a un alquiler formal también está condicionado por requisitos difíciles de cumplir, como la necesidad de presentar fiadores, pagar varios meses por adelantado o ser empleado de una empresa reconocida. Estas condiciones excluyen a una gran parte de la población que trabaja de manera independiente o que no cuenta con ahorros suficientes.

A pesar de las dificultades, algunos expertos del sector inmobiliario esperan que la demanda de alquileres aumente en los próximos meses, impulsada por la migración interna, el regreso de venezolanos del exterior y la mejora de servicios en algunas zonas clave de la ciudad. Sin embargo, el mercado sigue paralizado en cuanto a nuevas construcciones, lo que limita la expansión de la oferta y podría frenar un mayor crecimiento en la demanda.

Alquilar en Puerto Ordaz sigue siendo un reto tanto para inquilinos como para propietarios. Mientras la oferta se mantiene baja y los costos siguen siendo inaccesibles para muchos, los jóvenes profesionales continúan enfrentando obstáculos para independizarse, lo que refleja una de las tantas dificultades económicas que atraviesa el país.

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