Ciudad Bolívar.-  Un día Carelys Cabrera regañó a su hijo menor Andrés López de 14 años de edad por haber llegado a casa sin las “cholas” que le compró apenas la semana pasada. Andrés es joven que pierde constantemente dicho calzado y las últimas apenas le duraron dos meses.

“Yo le llamé la atención porque debido a la situación no puedo comprar un par de cholas cada semana; yo ahora mismo no estoy trabajando y solo vivimos de los que nos envía su papá junto con la ayuda de mi hermana”.

Carelys expuso que era madre soltera y que el padre de sus hijos se encontraba en El Callao. “Él nos ayuda en lo que puede cuando el dinero no alcanza, además he tenido problemas de salud recurrentes en medio de los últimos meses”.

Andrés estaba arrepentido por su descuido, ya que sabía todo el esfuerzo que hacían sus padres para tratar de darle a él y a su hermano una vida estable, aunque eso estaba lejos de ser complemente cierto, en consecuencia se las ingenió para comenzar a fabricar su propio calzado.

Carelys relató en exclusiva para Soy Nueva Prensa que su hijo junto a un amigo iniciaron la búsqueda de cauchos para hacer las cholas. Era una idea que la dejó impactada en el momento pero que era una mujer que creía y confiaba en las ideas de su hijo.

 

Comentó que Andrés empezó a investigar por su cuenta sobre la forma en que se podían hacer las cholas así como la manera correcta en la cual se debía cortar la horma a través de internet.

“Luego él me dice que necesitaba comprar una aguja de coser y nailon, por lo tanto fui a preguntar. La aguja me costaba 5 dólares y el nailon 10 dólares, en ese momento yo no podía gastar esa cantidad de dinero así que le dije que debíamos esperar un tiempo para poder comprarlas”.

Sin embargo, unos días después el joven llegó a casa con dos agujas en sus manos a lo cual su madre vio bastante extrañada, sobre todo porque siempre ha estado en contra de que sus hijos lleven cosas a su casa si ella no se los compró.

“Le pregunté que de dónde había sacado eso y me dijo que los sacó de mis tacones, solo pude llevarme las manos a la cabeza un momento para no caer en crisis”, señaló con una sonrisa.

Andrés también le comentó que el carrete de hilo para coser las cholas lo pudo conseguir del mismo caucho, “fue entonces cuando dije que no lo podía creer”.

“Estoy orgullosa de que mi hijo tenga una mente tan creativa.  Le dije que si quería después de que terminara las suyas podía comprarle tiras y material para que pudiera hacer más y luego venderlas. Estaba encantado con la idea. Para mí es un orgullo porque no todos los niños de su edad piensan en trabajar para ayudar a sus padres”.

¿Cómo fueron las primeras ventas para Andrés?

Carelys explicó que las primeras cholas que su hijo fabricó para la venta fueron intercambiadas por alimentos y artículos no perecederos. A pesar de que las personas estuvieran dispuestas a pagar, Andrés solo pedía comida para llevar a casa.

“La gente le preguntaba que cuánto iba a cobrar, pero el solo decía ‘lo que usted pueda, con dos o tres artículos de comida es suficiente’. Eso me sorprendía porque yo le decía que reuniera y se concentrara en comprar sus cosas pero igual él seguía pensando en su familia”, dijo.

Andrés López junto a su hermano elaborando las cholas

¿Cómo la pandemia afectó sus vidas?

La pandemia por covid-19 afectó principalmente los estudios de Andrés y su hermano. Su madre no pudo seguir costeando los gastos de su colegio debido a que era privado y a pesar de sus esfuerzos tuvo que sacarlos al final para intentar colocarlos en una pública.

“Fui a retirarlos para inscribirlos en una publica, ya que su hermano mayor salía este año. Me dijeron que debía 40 dólares que debía pagar para que me entregaran los papeles y por eso perdieron el año. Lo poco que conseguía era para comprar comida”.

Agregó que también contrajo el virus hace 6 meses y tuvo que estar en cama por lo menos dos semanas para recuperarse completamente algo que afectó los ingresos en su hogar.

Hace poco la despidieron de su trabajo por reducción de personal a causa de la pandemia, por lo tanto en estos momentos se encontraba desempleada y lo que su hijo hacía era una gran ayuda para ella.

¿Cuáles son los planes de Andrés para el futuro?

Tanto Andrés como su madre no se esperaban el buen recibimiento que tendrían sus cholas fabricadas con caucho, ya que todo empezó para poder ayudar un poco en el hogar con lo que tenía y podía.

En vista de eso el joven se interesó de una forma más profesional sobre lo que podría lograr a futuro con la creación de calzado y ahora está investigando como hacer sandalias para mujeres y otro tipo de modelos.

 “Me encantaría tener mi propia empresa de cholas, me siento satisfecho cuando las personas se ven felices en el momento que reciben mi producto y que me conozcan por lo que hago”, dijo Andrés para Soy Nueva Prensa.

Carelys manifestó que ahora mismo están buscando como hacer suelas con un material denominado “goma eva”  y que seguirán innovando para alcanzar nuevas metas en este mundo del cual dependen en estos momentos, además de poder seguir ayudando a su hijo en todo lo que pueda.

Ruth Meyerowitz

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