La Paz.- La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, advirtió este viernes a Evo Morales que tiene cuentas pendientes con la Justicia si regresa al país, por un supuesto delito electoral y presuntos caos de corrupción de su Gobierno.
Jeanine Áñez, quien asumió la Presidencia de forma interina el pasado martes tras la renuncia de Morales, dijo en una comparecencia con medios internacionales en La Paz que su Ejecutivo provisional no busca «venganza» ni tiene «intenciones revanchistas», sino cambiar el rumbo de un país que caminaba hacia «un Estado totalitario».
ÁÑEZ ADVIERTE A MORALES
Áñez acusó a Morales de intentar manipular a la comunidad internacional desde su asilo en México, para convencer de que sufrió un golpe de Estado que le obligó a renunciar el pasado domingo, después de que un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtiera graves irregularidades en los comicios del 20 de octubre.
La mandataria provisional añadió que «impuso su deseo de porrogarse en el poder» con un fraude electoral «descarado» ese día y después de no haber respetado un referéndum de 2016 que le negó la posibilidad de concurrir para un cuarto mandato seguido.
«El golpe de Estado lo dio a la democracia Evo Morales», sentenció.
En este contexto, declaró que no está previsto conversar con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de quien dice respetar su derecho a dar asilo a Morales, pero le advirtió de que no se podía permitir que Bolivia avanzara hacia situaciones como las de «Venezuela, Cuba o Nicaragua».
Asimismo, exigió a México que haga cumplir la normativa que impide a un asilado hacer declaraciones políticas, en este caso para hacerse «la víctima».
Jeanine Áñez citó como «expresidente» a Morales, sobre cuya carta de renuncia aún no se ha pronunciado el Parlamento boliviano.
Áñez manifestó que si Evo Morales vuelve a Bolivia, tiene «una deuda pendiente», por un supuesto delito electoral y por «muchísimos actos de corrupción aún impunes» de su Gobierno.
«Él se fue solo, nadie lo echó del país», subrayó para mostrarse abierta a que vuelva, «pero tiene que responder con la Justicia».
DENUNCIA UNA DERIVA AUTORITARIA
La jefa de Estado interina señaló que hubo una «mesa de negociación» para que saliera del país, sin aportar detalles.
Además, aseguró que durante los casi catorce años con Morales en el poder el país sufrió «restricciones» de derechos fundamentales, hasta que el pueblo boliviano salió a las calles desde hace días para no permitirle que llevara a Bolivia «al autoritarismo».
La renuncia el pasado domingo de Evo Morales y su salida al día siguiente a México desembocó en «vandalismos, asesinatos y terror en las calles», por lo que como senadora decidió activar la vía sucesoria y asumió como presidenta interina para acabar con el vacío de poder, afirmó.
Al menos trece personas fallecieron, 542 resultaron heridas y 597 fueron detenidas en incidentes tras las elecciones fallidas del pasado 20 de octubre, según datos de la Defensoría del Pueblo.
La mandataria provisional acusó al oficialismo de Morales de quedarse viendo «cómo se caída el país», mientras que fue la oposición la que se atrevió a acabar con la ausencia de Estado.
El pasado lunes el Ejército boliviano decidió salir a las calles al verse rebasada la Policía para contener la violencia y al día siguiente Áñez asumió primero como presidenta del Senado para activar la línea sucesoria, para seguidamente hacerlo como jefa de Estado.
La presidenta interina asumió en «minoría absoluta», en ausencia de parlamentarios del Movimiento al Socialismo de Morales, que poseen los dos tercios del Parlamento, y lo hizo por una «demanda de la ciudadanía».
OBSTÁCULOS PARA LAS ELECCIONES
Las negociaciones continúan con la mayoría oficialista, agregó, aunque expresó su temor a que impida una convocatoria de elecciones «justas y transparentes», puesto que el nuevo órgano electoral tiene que salir del Parlamento.
Áñez alertó de que serán impugnadas las sesiones en las que el MAS se hizo con la presidencia del Senado y del Congreso sin la presencia apenas de la oposición.
Finalmente, apuntó que una de las demandas de la sociedad es la liberación de «perseguidos políticos» tras años de «terror» y abogó por una «reconciliación nacional».
EFE
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