El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina pidió este jueves a la Corte Penal Internacional (CPI) una orden de detención contra el ministro de Finanzas israelí, el ultra Bezalel Smotrich, por defender hace tres días dejar morir de hambre a los dos millones de habitantes de Gaza.
Las declaraciones del ministro, que es además colono en Cisjordania son «una expresión directa de las formas más horribles del fascismo» y el «reconocimiento de la adopción de una política de genocidio», denunció el Gobierno palestino en un comunicado.
«Con la actual realidad internacional no podemos gestionar una guerra. Nadie nos dejará matar a 2 millones de civiles de hambre, incluso aunque sea algo justificado y moral», aseveró Smotrich en una conferencia organizada por el diario Israel Hayom el lunes, y aclaró que dejan entrar ayuda humanitaria a Gaza «porque no tienen otra opción».
A raíz de estas palabras, el Ministerio de Exteriores palestino demandó a la CPI emitir una orden de arresto contra Smotrich, si bien el tribunal aún no ha aceptado ni rechazado la petición semejante de su fiscal, Imran Khan, a finales de mayo contra los líderes israelíes y de la organización islamista Hamás.
CPI
El 20 de mayo, Khan pidió a la CPI que emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; su ministro de Defensa, Yoav Gallant; y los altos cargos de Hamás Yahya Sinwar, Ismail Haniyeh y Mohamed Deif, de los cuales sólo queda vivo Sinwar.
Smotrich forma parte del ala más dura del Gobierno de Netanyahu de la mano del también ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, a cargo de la cartera de Seguridad Nacional.
Ben Gvir llegó a pedir ejecutar a los presos palestinos -está a cargo del sistema de prisiones- «con disparos en la cabeza» en lugar de darles más comida, y aseguró que su objetivo es empeorar lo máximo posible las condiciones en las que viven.
También el titular de Patrimonio, Amichai Elyahu -que forma parte de Poder Judío, el partido liderado por Ben Gvir- aseguró en noviembre que lanzar una bomba atómica contra Gaza era una de las opciones en la guerra, que después de diez meses roza los 40.000 muertos palestinos.
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