El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, opinó este martes que la oposición armada que tomó el poder en Siria al derrocar a Bachar al Asad no romperá las relaciones con Rusia.
«No son idiotas», dijo Lukashenko, citado por la agencia estatal BELTA.
Según el mandatario bielorruso, en el poder desde hace 30 años, los sirios «no necesitan pelear» con Occidente con el que procurarán tener buenas relaciones.
«Pero aquí tampoco querrán romper las relaciones», insistió.
En opinión del líder bielorruso, cuya reelección en 2020 no fue reconocida ni por la oposición, ni por Occidente, el derrocamiento de Asad le beneficia a Estados Unidos y a los países occidentales.
«Hay suficiente petróleo y gas allí. Había que tender un gasoducto a la costa mediterránea a través del territorio sirio. Todo eso va en interés de Occidente y los estadounidenses. Ellos son los que juegan el papel principal allí», insistió.
Lukashenko agregó que lo ocurrido en el país árabe debe convertirse en «una lección» para Bielorrusia.
«En siria tiene lugar una lucha entre los mayores actores internacionales. Eso es una lección para nosotros. Nosotros debemos decidir por nosotros mismos nuestro destino», dijo el líder de un país estrechamente vinculado con Rusia.
El Kremlin se desmarcó horas antes de la decisión del depuesto presidente sirio de abandonar el poder tras la ofensiva de los rebeldes islamistas.
«Abandonar el cumplimiento de los deberes del jefe de Estado fue una decisión personal de Asad», dijo Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, en su rueda de prensa diaria.
Rusia, que es considerada una de las grandes derrotadas de la caída del régimen de Asad, al que defendió militarmente desde 2015, aseguró que mantiene contactos con las nuevas autoridades para garantizar el futuro de sus bases militares en el país árabe.
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