En un trágico suceso ocurrido en el barrio “Jesús Cautivo”, municipio de Ocaña, Norte de Santander, en Colombia, el sacerdote Ramón Arturo Montejo fue asesinado en lo que se presume fue un intento de robo.
Freddy Arengas, secretario de Gobierno de Ocaña, indicó que dos hombres intentaron robarle su camioneta, y le propinaron inicialmente dos heridas con arma blanca en la espalda cuando, al parecer, el sacerdote se opuso al robo, y entonces lo arrollaron con la misma camioneta, en la cual emprendieron la huida”, explicó Arengas.
Los dos presuntos asesinos abandonaron el vehículo en la zona rural del mismo municipio, donde las autoridades lograron capturarlos ese mismo martes.
Rechazamos el asesinato del sacerdote, al parecer por intentar robarle su vehículo”, expresó el secretario de Gobierno.
Imágenes de cámaras de seguridad, que son piezas clave en la investigación, muestran a los delincuentes abordando al sacerdote en un parqueadero, hiriéndolo y arrollándolo con su propia camioneta. Montejo cae en plena vía tras intentar resistirse al asalto.
Aunque circulan diversas versiones sobre el motivo del crimen, las autoridades mantienen un estricto hermetismo para no entorpecer las investigaciones.
Sin embargo, se ha revelado que los dos implicados son de nacionalidad venezolana, y conocían a la víctima, ya que eran los encargados de lavar su vehículo.
Fueron identificados como Josse Antonny Montilla Jovito, de 29 años, y Misael Rodolfo Valdez Pedroza, de 21, quienes fueron judicializados por la Fiscalía.
Conmoción en Colombia
La comunidad de Norte de Santander se ha visto profundamente impactada por el suceso, ya que Montejo era un sacerdote muy querido en la región del Catatumbo.
La Delegación de Paz del Gobierno de Colombia lamentó la pérdida, y recordó a Montejo como una figura respetada en la comunidad por sus actividades sociales y su labor en pro de la liberación de varios colombianos víctimas del conflicto.
“Nuestros pensamientos y condolencias están con todos los afectados por esta pérdida. Que la memoria del padre Ramón Montejo sea un legado de amor, servicio y valentía que perdure en cada uno de nosotros”, señaló la Delegación.
Por su parte, la Diócesis de Ocaña elevó oraciones por el alma de Montejo: “Que su vida dedicada al servicio de tu iglesia y a la guía espiritual de tu pueblo sea recompensada con la gloria eterna”.
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