Satisfacción, aplausos, y gritos de alegría. Así se vivió la primera caminata espacial privada de la historia. El multimillonario estadounidense, Jared Isaacman, comandante de la misión Polaris Dawn, de SpaceX, fue el primero de salir el jueves pasado de la cápsula Dragon a una altitud de 700 kilómetros, muy superior a la de la estación espacial internacional.
El magnate lleva varios años trabajando con la empresa fundada por Elon Musk. Además, financia parte del viaje cuyo costo no se reveló.
Y se reanudó la algarabía cuando Sarah Gillis, empleada de SpaceX, también realizó movimientos para probar los trajes de caminata espacial de la compañía, conectados por cuerdas a la cápsula para suministrar oxígeno a la tripulación.
Ambos, permanecieron diez minutos, afuera de la nave que luego volvió a ser presurizada.
El paseo espacial se extendió aproximadamente durante una hora y 45 minutos. Otros dos pasajeros, también quedaron expuestos al vacío del espacio, en cuanto se abrió la escotilla, ya que la nave no está equipada con una esclusa de aire.
Los tripulantes tuvieron más de dos años de entrenamiento intensivo que incluyó cientos de horas en simuladores como paracaidismo, buceo, y prácticas a la cumbre de un volcán en Ecuador.
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