Son muchas la personas que su mayor placer es viajar, y no lo hacen solo por pasión, sino para divertirse y conocer culturas, gentes, lugares emblemáticos, así como todo aquello que viene a caracterizar a una etnia o forma de entender la vida.

Pero estos viajes, paseos y/o aventuras no pueden ser las mismas de siempre, todo lo contrario, son completamente inusuales, misteriosas, bizarras y muchas veces muy temerosas y con historias realmente sorprendentes.

Igorote de Sagada

Es un conjunto de pueblos filipino que habita en los terrenos abruptos de la Cordillera Central al norte de la isla de Luzón, están conformados por seis tribus de origen etnolingüístico común, los cuales son conocidos como los Ibaloys, Kankanaeys, Ifugaos, Kalingas, Apayaos y los Bontocs. A todos ellos se les denomina con el término genérico de Igorotes, una palabra derivada de la raíz golot, que en su idioma significa montaña.

Este conjunto de pueblo cuenta con atractivo turístico realmente inusual pero sobre todo espeluznante como lo son los ataúdes colgantes de Sagada – Filipinas.

La historia de estos ataúdes se basa en una creencia o tradición que se remonta hace más de 2.000 años, pero, es en el Valle de Mountain, que destaca por sus verdes paisajes y sus abundantes arrozales, donde vive una tribu que se conoce con el nombre de los Igorot, que traducido viene a significar «gente de la montañas».

Esta comunidad se ha mantenido durante más de dos mil años una curiosa costumbre, relacionada con la muerte y su simbología, si bien son ya los más ancianos del lugar los que aún la conservan, consistiendo la misma en colgar los ataúdes de sus fallecidos en los acantilados.

Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos - Fotos: Agencias
Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos – Fotos: Agencias

De hecho, la tradición se encarga de afirmar que cuanto más elevado esté situado un ataúd, así le será más fácil al difunto llegar al cielo.

Por otra parte, existen razones materiales poderosas que son las encargadas de afirmar que de esta manera el terreno libre de enterramientos puede dedicarse en su totalidad al cultivo, así como que también los restos de los difuntos quedan lejos del alcance de las fieras.

Cada uno de estos ataúdes son fabricados de forma completamente artesanal en madera, en tanto al fallecido se le viste de forma llamativa para así ser reconocido por su familia al llegar al cielo, y poniéndole en posición fetal, para cerrar el círculo de vida-muerte.

Una creencia que aún sigue en vigencia es la de no enterrar al difunto inmediatamente, sino esperar a que pasen unos días, y de esta forma los fluidos corporales son expulsados, y con ellos la bondad y la suerte del fallecido se transmite a favor de sus familiares y allegados.

Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos - Fotos: Agencias
Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos – Fotos: Agencias

Los difuntos a la hora de ser insertados en el ataúd son bien atados o clavados a los lados de los acantilados, los ataúdes son izados en el conocido Valle de Echo, preferentemente en las zonas más soleadas, pues de esta forma, la luz del sol contribuye a dar «vida» a lo que es el alma del muerto.

De igual forma, en algunas ocasiones, también forma parte de esta costumbre el colgar sillas junto a los ataúdes, siendo esta precisamente la que utilizaba el difunto.

Para el turista curioso amante de paisajes únicos y exclusivos, el encontrarse con estos ataúdes colgantes es realmente sorprendente, ya que son aproximadamente un total de 200 ataúdes los que después de 500 años han sobrevivido a todo tipo de desastres naturales y artificiales.

Esta práctica no sólo era habitual en esta zona de Filipinas, sino que además, existían otros grupos como los Bo, en el sur de China, que también la han practicado.

Actualmente, es una costumbre que ya ha logrado perder su vigencia, debido a que, las nuevas generaciones prefieren adaptarse a la costumbre más cotidiana que es el enterrar a sus seres queridos en los típicos cementerios.

Acceso

La única manera de acceder y acercarse lo más posible a esta zona,  es con  la colaboración de un guía, pues son muchas las zonas de acantilados y cuevas de difícil acceso, por lo que es  preciso ir provisto de ropa y calzado especiales.

El espectáculo inimaginable que se logra contemplar en el Valle de Echo de Sagada es el hecho de que en el mismo se amplifican los sonidos y sus vibraciones producen efecto «eco», una excelente experiencia para aquellos que disfrutan con el conocimiento diario de lo que es la vida y la tradición de tantos lugares inéditos y desconocidos.

Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos - Fotos: Agencias
Ataúdes Colgantes Atractivos Turísticos – Fotos: Agencias

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