Con cuantiosas dificultades la Casa de la Cultura Héctor Guillermo Villalobos, ubicada en Los Olivos, parroquia Universidad, ha podido continuar siendo un sitio que mantenga activo un movimiento cultural.
Milagros Figueroa, coordinadora general, asegura que se ha extendido una campaña de odio y difamación en su contra, la acusan de tener «secuestrado» el centro cultural.
«Existen personas que se han encargado de promover una campaña de odio y difamación en mi contra, señalando que yo mantengo secuestrada la casa de la cultura, para un beneficio propio, cuando mi persona junto con los vecinos de la parroquia Universidad en el año 1992, en el mandato de Andrés Velásquez, fuimos los pioneros para la construcción de una sede que sirviera única y exclusivamente para actividades culturales», declaró al equipo de Nueva Prensa Digital.
Figueroa, agregó que en una oportunidad anterior tuvo que denunciar que buhoneros sin una permisología, decidieron imponer un mercado informal en las adyacencias de la casa cultural.
«Muchos vecinos de la comunidad, también están en mi contra, también han intentado apartarme de mis funciones, para poner sus manos y hacer lo que quieran con las instalaciones», aseguró.
Hizo una petición de ayuda, ya fue consignada en el Ministerio de Cultura para reacondicionar las instalaciones, pero aun así se mantienen realizando actividades a favor de los niños.
Según lugareños, Milagros Figueroa no acepta ayuda para recuperar la casa de la cultura
Otras versiones
El equipo de Nueva Prensa Digital se puso en contacto con vecinos aledaños a la Casa de la Cultura Héctor Guillermo Villalobos, para conocer su versión al respecto de las declaraciones ofrecidas por Milagros Figueroa.
Se mostraron en desacuerdo con lo antes mencionado, asegurando que en reiteradas oportunidades le han ofrecido una mano amiga, para disminuir su carga de trabajo y recuperar las instalaciones.
Una persona «terca» es una de las maneras con la que se refirieron hacia Figueroa, añaden además que durante el 2020, la casa cultural se había convertido en un nido para el hampa, según fueron los mismos residentes quienes tuvieron que tomar cartas en el asunto.
Actualmente niños de la comunidad participan de un plan vacacional, ellos reciben clases de dibujo y hacen otras actividades recreativas
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