Ciudad Guayana.-Depresiones, abundancia de monte y líneas eléctricas sin cuidado. Son solo algunas de las vistas habituales al pasar por la transitada vía de Ciudad Guayana.
Ni siquiera los pasos de peatones se salvan del descuido, pues todos los que quieran ir caminando para la Llovizna o simplemente tengan que pasar a pie por el lugar, tendrán que hacerlo sorteando el paso peatonal, debido a que están cubiertos de una crecida vegetación haciendo que haya “un poquito de acera en el monte”.
Los postes de luz que se suponen deberían estar, precisamente, en el hombrillo tampoco están, ya solo quedan las bases de los que alguna vez estuvieron.
La iluminación solo está por tramos y varias de las líneas de electricidad que suministran poder a la luminaria llevan tanto tiempo sin supervisión que tienen nidos de pájaros, cosa que hace que tengan menos potencia y que de seguir puede ocasionar graves fallas en el sistema de luz.
Además que hay partes en las que los nidos son tantos que parecen adornos de carnaval. Si esos nidos llegaran a estar en las líneas de suministro eléctrico de las torres de “gato” pudiera haber problemas en toda la red eléctrica de la ciudad.
El muro de contención de la represa también está falto de mantenimiento, pues tiene maleza e incluso arboles creciendo en él, y esas raíces crecerán y fracturarán el muro ocasionando que pueda haber un riesgo de desplazamiento del propio.
Los letreros están desgastados y al conducir por la redoma sentido la Llovizna hay una gran depresión, en la parte interior de la misma que puede ocasionar un accidente si un vehículo llega a caer en ella.
Incluso la caseta perteneciente a la entrada del parque del Loefling lleva varios años de estado fantasmal, tanto que ni siquiera es leíble el letrero de identificación.
Se hace un llamado a las autoridades a atender a estas problemáticas y no abandonar una de las avenidas más importantes de la ciudad.
Víctor Solórzano
Pasante
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