Ciudad Guayana. – Se denomina un nacimiento prematuro cuando un bebé nace antes de completar 37 semanas de embarazo, de modo que estos al no estar completamente desarrollados tienden a sufrir complicaciones.
La Clínica Familia ubicada en Puerto Ordaz, enmarcada en el día de los bebés prematuros, realizó una reunión con pacientes que superaron esta condición.
El evento transcurrió entre anécdotas y lágrimas sobre cómo fue esta experiencia y la incertidumbre que pasaron los padres al ver por la desafortunada situación en la que se encontraban sus hijos.
El área neonatal está dedicada en honor a la doctora Mariela Rangel, quien debido a un impedimento neurológico tuvo que retirarse de su profesión.
Experiencias de vida
Julmary Madriz relata cómo fue su experiencia durante los días en que su hija Marissa Madriz se encontraba en tan delicada situación.
«Nació en agosto del 2007, pesando 1 kilogramo y midiendo 43 centímetros, resultado de una cesaría de emergencia a las 32 semanas, soy madre soltera y docente de inglés, por lo que contaba con el apoyo de mis padres», declaró Madriz.
Fue dada de alta el día siguiente en la tarde, mientras que Marissa (hija) estuvo durante 8 días en incubadora, solo lográndola ver cuando iba a amamantarla, teniendo la incertidumbre sobre si su hija estaría viva al día siguiente.
A los 9 días pudo ir con su hija a su casa, donde de igual forma la mantuvo aislada hasta que estuvo fuera de peligro.
Agregó que la atención médica que recibió en la clínica en aquel entonces fue muy buena, tanto que sigue manteniendo el contacto con varios miembros del personal del centro de salud.
Reclama que el Hospital Pediátrico Menca de Leoni, no debió ser cerrado, por cuanto el departamento de vacunación era el único en el estado donde ofrecían las vacunas necesarias para los niños prematuros.
Marissa ( fue bebé prematura) y actualmente con 15 años se define a sí misma como única y se encuentra muy agradecida con su mamá y sus abuelos por todo lo que hicieron y pasaron para que ella esté hoy presente.
Una Guerrera
Julema Maza y Carlos Calderón son los padres de Scarlett Calderón quien nació a las 34 semanas el 8 de marzo del 2016.
Estuvo durante 8 semanas en cuidados neonatales, donde siempre estuvo bajo observación y se encuentran agradecidos con la atención médica recibida en la clínica.
Durante un año estuvo bajo terapias de estimulación en la Fundación Mundo Sonrisas donde agregan que también recibieron un trato excelente.
Actualmente con 6 años de edad Scarlett se encuentra muy saludable, incluso los padres expresan que es una niña muy inteligente y también autodidacta.
Mellizos un milgro de Dios
Paola García es la madre de los mellizos Antonella Sofía y Nicola Andre, quienes al nacer prematuramente ambos pesaron 1.1 kilogramos y miden 42 y 41 centímetros respectivamente.
Sospechan que nacieron con el virus del COVID – 19, diagnóstico que no pudo ser confirmado, pasaron por un sinfín de especialistas como infectólogos, dermatólogos, cardiólogos, entre otros, para determinar qué curso tomar con todos los síntomas que presentaban.
Antonella nació con cataratas, lo que le privó la vista, tuvo que ser operada a los 3 meses de nacida y estar en espera de que se desarrollara un poco más para poder implantarles lentes intraoculares, cuya operación fue al cumplir el año de edad.
En cambio, Nicola fue el que más complicaciones presentó, dado que bajó de paso y sufrió una insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda, García (madre) recuerda que su bebé se puso azul.
Acotó que las vacunas que les fueron solicitadas para sus mellizos superan los costos de los 300$ y que eran necesarias 5 dosis.
Hoy en día los mellizos se encuentran saludables, Antonella tiene una gran función motora y Nicola está en terapia por problemas al caminar, pero su desarrollo neurológico es muy avanzado.
El papel del personal médico y enfermero
El doctor Arquímedes Franco cardiólogo y miembro de la junta directiva de la clínica dijo que «este no puede ser la clínica más grande, ni la más moderna, pero si nos enorgullecemos de ser la que mayor contenido humano tiene».
Por su parte la doctora Mariela Pérez de Rangel, comentó que «son casos generales, pero que necesitan el apoyo de todos, pero el más importante es de los padres».
Pérez de Rangel fue la primera neonatóloga de la zona y a pesar que desde hace 7 años tuvo que dejar de ejercer a causa de un accidente neurológico, aún realiza asesorías en algunos casos.
Enfermeros dispuestos
Carolina Parra en nombre del personal de enfermería dijo que «la empatía en estos casos es muy importante, tanto de nosotros como enfermeros, y los doctores quienes atienden estos casos».
La enfermera Milagros Duarte comentó que «nosotras tenemos la responsabilidad de mantener al tanto y tranquilizar a los padres en estas situaciones».
Agregando que trabajaron con personas increíbles como Ruvia Vargas y Ismaira Bermúdez, a quienes apodaron «los ángeles” del ala neonatal.
Leonardo Estanga – Pasante
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