A largo de la historia de nuestro país, esta época del año ha sido propicia para disfrutar de diferentes bebidas típicas ideales para acompañar la variada gastronomía venezolana y darle calor a las celebraciones decembrinas.
Como es bien sabido, la navidad venezolana es sinónimo de hallacas, pan de jamón, pernil y frutos secos. Sin embargo, una buena comida no está completa si no se le acompaña con las bebidas típicas navideñas, las cuales, además de preparar el paladar para degustar los platos, ayudan a preparar el ambiente, animando las reuniones familiares.
Una de las bebidas más tradicionales en estos tiempo es el ponche crema, un licor dulce original venezolano que, con sus variaciones según la región, las recetas y toques secretos de cada familia, jamás falta en esta temporada.
También se encuentra la «leche de burra», nombre que se le da al ponche típico del estado Falcón, el cual se prepara a partir de leche de asnares, cocuy (aguardiente local), azúcar y huevo; esta mezcla se cocina y luego se deja enfriar. Una variación de esta bebida es el ponche andino, al que también se le conoce como «leche de burra». Aunque son parecidos y tienden a confundirse, el sabor es diferente, sobre todo si se hace con miche (aguardiente anisado andino).
En el caso del ponche crema caraqueño, se le prepara generalmente con ron, huevos, leche condensada y alguna especie aromatizante que, sin lugar a dudas, se ha convertido en uno de los obsequios navideños por excelencia. Dependiendo de la receta, quienes elaboran esta bebida casera, tomando en consideración sus gustos particulares o tradiciones de familia, le agregan anís en vez de ron o caña clara.
El vino no puede faltar en la celebración de la Navidad y el Año Nuevo en Venezuela, siendo el vino tinto el más común en reuniones familiares y el compartir de amigos y fiestas organizadas entre compañeros de trabajo.
Bebidas “espirituosas”
Las parrandas de aguinaldos donde reina la algarabía y el entusiasmo, están aderezadas por muchas bebidas “espirituosas” siendo el ron y la cerveza, los que llevan la batuta en cuanto a preferencias. Si bien ambos son consumidos por el venezolano en el transcurso del año, en diciembre beber ron, cerveza y otros licores como el anís y la ginebra, se acentúa de manera considerable.
Y para despedir el año que se va y celebrar por todo lo alto la llegada del año nuevo, el criollo gusta, no solo de tomar vino, sino destapar una buena botella de champaña. Obviamente, por la calidad de esta bebida, su precio se ha elevado significativamente, pero el venezolano se las ha ingeniado para reemplazarlo, por eso no es extraño ver en la mesa navideña, botellas de vino champañizado o sidra.
Lo importante es que, con el sonido del descorche y el tapón de la botella volando por los aires como señal, se destape el entusiasmo y la alegría por compartir unidos la Navidad y la llegada de un nuevo año, inundando de regocijo los corazones de todos, confundiéndonos en un solo abrazo de paz, amor y fraternidad.
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