Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este viernes su pesar tras el «violento ataque» contra policías que custodiaban el Capitolio, en el que murió un uniformado y otro resultó herido, envió condolencias a sus familias y ordenó ondear a media asta las banderas en la Casa Blanca.
«A Jill y a mí se nos rompió el corazón al enterarnos del violento ataque en un puesto de control de seguridad en el recinto del Capitolio de Estados Unidos, que mató al oficial William Evans de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, y dejó a un compañero luchando por su vida», señaló Biden en un comunicado.
El gobernante, quien se trasladó a Camp David, el tradicional retiro oficial de los mandatarios en las montañas de Maryland, para pasar el fin de semana, envió su pésame a la familia del agente fallecido y «a todos los que lloran su pérdida».
«Sabemos lo difícil que ha sido este momento para el Capitolio, para todos los que trabajan allí y para los que lo protegen», agregó Biden, cuya ceremonia de posesión, el pasado de 20 de enero, transcurrió bajo un estricto operativo de seguridad después de que el día 6 de ese mes grupos afines al expresidente Donald Trump asaltaran el Capitolio.
Sobre lo ocurrido este viernes, Biden aseguró que ha estado recibiendo «informes continuos» y expresó su gratitud a la Policía del Capitolio, a la Fuerza de Respuesta Inmediata de la Guardia Nacional y a los otros que respondieron rápidamente a los hechos.
«Mientras lloramos la pérdida de otro valiente agente de la Policía del Capitolio, he ordenado que las banderas de la Casa Blanca se bajen a media asta», anunció.
Según explicó la policía, un sujeto embistió su vehículo contra una barrera de seguridad junto al Capitolio, salió del vehículo con un cuchillo en la mano y corrió a atacar a los dos agentes.
Yogananda Pittman, jefa interina de la Policía del Capitolio, anunció la muerte de Evans, quien integró esa fuerza durante 18 años, y explicó que el atacante -que fue más tarde identificado por medios locales como Noah Green, de 25 años- fue disparado por los agentes tras salir del vehículo y esgrimir un cuchillo de manera «agresiva» contra ellos.
El atacante murió poco después en un hospital de Washington.
Las autoridades han afirmado que la amenaza de seguridad ya ha concluido y que el suceso «parece» no tener relación con un acto terrorista. EFE
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