El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó este viernes con vetar una iniciativa de los republicanos de la Cámara Baja para evitar un cierre de Gobierno, ya que incluye fondos para reforzar la seguridad en la frontera con México y limita los programas de asilo.
En un comunicado, la Casa Blanca acusó a los republicanos de estar desperdiciando el tiempo en «juegos partidistas» en lugar de buscar una solución que pueda contar con el apoyo de ambos partidos, demócrata y republicano, para evitar un cierre de la Administración.
Quedan menos de 48 horas para que la Administración pública se quede sin fondos, lo que llevaría al cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que cientos de miles de empleados federales se quedarían temporalmente sin trabajo y sin sueldo.
El cierre parece inevitable en este momento y la Casa Blanca ya ha instado a las agencias federales a prepararse.
El foco se centra ahora en el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien está impulsando el proyecto de ley que Biden ha amenazado con vetar y que extendería la financiación de la Administración pública durante un mes más, hasta el 31 de octubre.
Ese proyecto de ley reduciría en un 8% los fondos para la Administración pública, pero aumentaría la financiación para reforzar la frontera con México y luchar contra los carteles del narcotráfico, mientras que limitaría el uso de la app «CBP One» creada por Biden para agilizar los casos de asilo.
«Uno de los objetivos de este proyecto es hacer frente al fracaso histórico del presidente Biden en la frontera sur», dijo este viernes McCarthy en una rueda de prensa.
Sin embargo, no está claro si McCarthy tiene suficientes votos para aprobar la medida, ya que el ala dura del partido afín al expresidente Donald Trump (2017-2021), se resiste a aceptar una medida temporal que financie al Gobierno más allá del 30 de septiembre, cuando se agotan los fondos disponibles.
El objetivo de esa facción republicana es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio McCarthy y Biden, por el cual el Congreso suspendió el límite de endeudamiento de Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.
A esos republicanos no les gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.
En todo caso, incluso si la mayoría republicana de la Cámara Baja consigue aprobar ese proyecto de financiación gubernamental, el Senado, controlado por una mayoría demócrata, no está dispuesto a considerarlo.
De hecho, el Senado está concentrado ahora mismo en avanzar una iniciativa que cuenta con el respaldo mayoritario de demócratas y republicanos y que extendería la financiación de la Administración pública de manera temporal durante seis semanas, hasta el 17 de noviembre.
Sin embargo, tampoco parece probable que se apruebe esta propuesta antes de que el Gobierno se quede sin fondos a las 00.00 horas del domingo 1 de octubre, cuando comienza el nuevo año fiscal.
El principal obstáculo en este proceso es el senador republicano Rand Paul, quien está haciendo todo lo posible para ralentizar la aprobación del proyecto porque contiene ayuda militar para Ucrania, algo a lo que se oponen tanto él como el ala del partido más afín a Trump.
Este sería el primer cierre de la Administración desde 2019, el más largo de la historia de EE.UU. y que duró 35 días.
Ese cierre ocurrió durante la Presidencia de Trump debido a unos desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre los fondos para el muro que quería alzar en la frontera con México.
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