Washington, 12 jul (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este martes paciencia ante la demanda de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para que entregue más visas de trabajo para mexicanos y centroamericanos, y regularice a los millones de indocumentados del país.
«No sugiero que no tengamos problemas, porque sí los tenemos. Pero tienen solución», dijo el líder demócrata al iniciar la reunión con López Obrador en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el segundo encuentro en persona que mantienen ambos mandatarios.
Posteriormente, en un comunicado conjunto, explicaron que crearán un grupo de trabajo sobre migración laboral, pero no anunciaron ningún acuerdo concreto en cuanto a número de visas.
«Mantendremos políticas para fortalecer la frontera y a la vez proteger los derechos humanos», afirmaron.
El tema migratorio fue central en la reunión por el momento récord de llegadas de indocumentados que vive la frontera estadounidense y que se escenificó con el reciente hallazgo en San Antonio (Texas) de 53 migrantes muertos por hacinamiento, 26 de ellos mexicanos.
MÁS VISAS Y REGULARIZACIÓN
En un discurso inusualmente largo para este tipo de encuentros, de cerca de media hora, López Obrador pidió a Biden emular el programa del expresidente Franklin Delano Roosevelt (1933-1945) por el que en esa época se contrataron a miles de agricultores mexicanos en EE.UU.
López Obrador consideró que a Estados Unidos le vuelve a faltar mano de obra, por lo que propuso a Biden «permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de las distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas de trabajo temporales».
Además, urgió a Biden a que cumpla con su promesa de impulsar una reforma migratoria que regularice a los cerca de 11 millones de indocumentados en el país, y que está encallada en el Congreso.
«Lo digo de manera sincera y más respetuosa. Es indispensable para nosotros regularizar y dar certeza a los migrantes que durante años han vivido y trabajado de manera muy honesta y también están contribuyendo al desarrollo de esta gran nación», dijo.
Por su parte, Biden reivindicó que su Administración «está liderando el camino para crear oportunidades de vías legales» para los migrantes y recordó que el año pasado emitió la cifra «récord» de 300.000 visados para trabajadores mexicanos en empleos no agrícolas.
Además, se comprometió a «duplicar» las visas temporales para centroamericanos en el próximo año fiscal, ya que este tipo de medidas ayudan a la economía y frenan la migración irregular, dijo.
Pero también puso énfasis en la necesidad de fortalecer la frontera y combatir las redes de tráfico de personas que hay detrás de tragedias como la de San Antonio.
En ese sentido, recordó que su Administración ha destinado 3.400 millones de dólares en mejorar la infraestructura de los cruces fronterizos como el de San Ysidro, el más transitado del mundo.
Mientras López Obrador le sugirió resolver los problemas a través de la «transformación» y no del «conservadurismo», Biden tiró la pelota en el tejado de los republicanos, a los que acusó de estar en posturas «extremistas».
UN PLAN ANTIINFLACIÓN
Sobre el encuentro se discutió la acuciante inflación, que en México alcanzó una tasa del 7,99 % en junio, su nivel más alto en 21 años, y en Estados Unidos fue de 8,6 % en mayo, la más elevada de los últimos 40 años.
Ante ello, López Obrador propuso un plan para ampliar el abastecimiento de gasolina en Estados Unidos y poner a disposición de ese país 1.000 kilómetros de gaseoductos mexicanos.
También pidió suspender algunos aranceles que siguen vigentes a pesar del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y llevar a cabo un plan conjunto de inversión pública y privada que evite importar productos de otros países, como China.
Biden se comprometió a estudiar dichas propuestas.
Fue la primera vez que ambos líderes se vieron las caras tras el desplante de López Obrador en la Cumbre de las Américas celebrada en junio en Los Ángeles, a la que no acudió en protesta por la decisión de Estados Unidos de excluir del evento a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
López Obrador expresa más abiertamente sus críticas hacia Estados Unidos que cuando Donald Trump (2017-2021) estaba en el poder. Apenas la semana pasada pidió «desmontar la Estatua de la Libertad» si el fundador de Wikileaks, Julian Assange, es extraditado y condenado en Estados Unidos.
Sin embargo, ambos mandatarios se esforzaron en demostrar sintonía e incluso Biden señaló que «a pesar de los titulares exagerados» de la prensa, su relación es «fuerte y productiva».
López Obrador llegó el lunes en un vuelo comercial a Washington, y se hospedó en un céntrico hotel de la capital estadounidense, donde decenas de mexicanos se concentraron para darle la bienvenida.
Antes de verse con Biden, desayunó con la vicepresidenta, Kamala Harris, encargada del tema migratorio, y por la tarde visitó los memoriales de Franklin Delano Roosevelt (1933-1945) y de Martin Luther King. Mañana, miércoles, tiene prevista una reunión con empresarios antes de regresar a México.
Eduard Ribas i Admetlla EFE
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