Caracas.- La agencia especializada en economía, Bloomberg, reveló en un reportaje que  la compañía petrolera estatal Pdvsa permitiría a las compañías privadas importar y distribuir combustible, evitando teóricamente las sanciones de Estados Unidos dirigidas a entidades estatales, según personas familiarizadas con el asunto. Esto iría acompañado de una subida de precios, dijeron.

Ya a principios de abril la Cámara Petrolera Venezolana le planteó al Ejecutivo Nacional la posibilidad de permitirle importar gasolina, una propuesta que de momento no ha tenido una respuesta oficial de Miraflores. El planteamiento obligaría a una revisión real del precio del combustible que es prácticamente regalado en Venezuela. 

Reseña Bloomberg en su reportaje que “en las refinerías Cardon y Amuay de Pdvsa, los técnicos iraníes están reparando plantas detenidas. En abril, más de una docena de vuelos desde Teherán llevaron a los trabajadores junto con suministros y piezas al complejo de refinación de Paraguana y se fueron con 9 toneladas de oro, alrededor de $ 500 millones, como pago”.

La gasolina iraní

Con Estados Unidos considerando una respuesta a un envío de gasolina de Irán a Venezuela, las personas que esperaban en las filas fuera de las estaciones de servicio en la capital del país dijeron que estaban ansiosos por llenar sus tanques, independientemente de cómo llegara el combustible.

La escasez de gasolina se ha agudizado en los últimos meses debido a la presión de Estados Unidos sobre los proveedores, parte de una campaña de “presión máxima” de Washington sobre Maduro, en cuyo gobierno se ha producido un colapso económico y está acusado de corrupción, violaciones de los derechos humanos y de manipular su reelección de 2018.

Sin embargo, la escasez ha afectado a Venezuela durante años debido al colapso de la red de refinación, con una capacidad de 1,3 millones de barriles por día del país, debido a la falta de inversión y la mala gestión de la petrolera estatal Pdvsa.

“No teníamos que haber llegado a eso de importar gasolina de Irán cuando aquí se debe producir gasolina”, dijo Coromoto Álvarez, de 61 años, una enfermera jubilada que llegó a una estación de servicio de Pdvsa en la Bandera, en el sur de Caracas, a las tres de la madrugada del martes.     La escasez ha dificultado la entrega de alimentos y ha dejado a los médicos luchando por llegar a los hospitales.

No me importa si la gasolina viene de Irán, lo que importa es que se consiga”, dijo Carmen Rivero, economista de 35 años que también esperaba en la estación de La Bandera. “Sin gasolina falla la distribución de comida, la gente no puede trabajar”.

Panorama

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