Medellín (Colombia).- El jefe de la delegación de Venezuela en la 49 Asamblea General de la OEA, el opositor Julio Borges, dijo este jueves ante el organismo que su país está «invadido por Cuba», que tiene un alto grado de intervención en las Fuerzas Armadas.
«Hoy Venezuela es un país invadido por Cuba y que hay que liberar», manifestó Borges, que además es el representante ante el Grupo de Lima del jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de la nación caribeña por más de cincuenta países.
Borges denunció el alto grado de «intervención» de agentes cubanos «dentro del Estado venezolano y particularmente en la Fuerza Armada Venezolana».
«Este país (Cuba) tiene un grado alto de intervención dentro del Estado venezolano y particularmente en la Fuerza Armada Venezolana; los militares venezolanos son vigilados, amedrentados, arrestados, condenados e incluso torturados por agentes enviados desde La Habana», añadió el exdiputado, que está exiliado en Colombia.
En la Asamblea General, la delegación de Venezuela está conformada por Borges; el representante permanente ante la OEA del Parlamento, Gustavo Tarre, y Carlos Vecchio, «embajador» ante EE.UU., entre otros.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde enero pasado, cuando el presidente Nicolás Maduro juró un nuevo mandato que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó presidente interino y fue reconocido como tal por más de 50 países, con Estados Unidos a la cabeza.
En los últimos dos años la OEA ha emitido cuatro resoluciones contra el régimen de Maduro, la más reciente de las cuales fue la de abril pasado que aceptó el nombramiento de Tarre como «representante permanente» de Guaidó y del Parlamento ante el organismo.
En ese sentido, Borges agradeció el apoyo de la OEA y les solicitó a los países miembros que mantengan el respaldo ante los peligros que representa «el Estado fallido» que preside Maduro.
«En el barco de este espíritu de cooperación, respetuosamente les solicitamos mantener el apoyo que nos ha brindado esta región en la lucha contra la dictadura de Nicolás Maduro. La crisis venezolana, como ya ustedes han podido comprobar, tiene un impacto regional y es una amenaza real para toda la región», detalló.
Un informe divulgado este mes por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas (Acnur) indica que el número de venezolanos que han abandonado su país a raíz de la crisis superó ya la barrera de los 4 millones, de los que más de 1,3 millones se han establecido en Colombia.
Borges señaló que el flujo migratorio de venezolanos ya es el segundo del mundo, detrás de Siria, y que «de seguir la dictadura en el poder» la cifra de personas que huyó del país caribeño puede alcanzar los 5 millones este año y los 8 millones en 2020.
«Las consecuencias de esto para los países vecinos serían económicas, sociales y políticamente devastadoras (…) El régimen de Maduro ha generado un daño tan severo en este momento que el destino de Venezuela y de toda la región se encuentran absolutamente fusionados», aseveró.
Borges también aseguró que el fin del régimen de Maduro permitiría que se restablezca «la libertad» en Venezuela y «tendría consecuencias para la libertad de Cuba y de Nicaragua».
«Acabaría con cualquier tentación de quienes pretendan convertirse en dictadores a futuro, este cambio es solo comparable con lo que vivió europa hace 30 años, por ello podemos afirmar que el final de Maduro es la caída del Muro de Berlín para América Latina», concluyó.
EFE
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