El alto representante de la Unión Europea de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió este miércoles a Kosovo de que la UE se dispone a anunciar «medidas» de «consecuencias negativas» si no adopta «medidas más decididas» para desescalar la situación en el norte del país.
En una carta al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, Borrell le instó «a que adopte medidas más decididas para desescalar la situación, en la línea de las medidas solicitadas por los miembros de la UE y nuestros socios», en alusión en especial a Estados Unidos.
«Como han dejado muy claro los 27 Estados miembros de la UE, si no se produce una desescalada, las consecuencias serán negativas. Los Estados miembros han sido informados de las medidas que comunicaremos públicamente», escribe Borrell en una misiva a Kurti publicada esta noche por su portavoz, Peter Stano, en su cuenta oficial en Twitter.
El jefe de la diplomacia europea responde en esos términos a otra misiva que le envió Kurti en la que le explicaba un plan para normalizar la situación en el norte del país, incluyendo la celebración de nuevas elecciones en municipios de mayoría serbia, como piden la UE y EEUU, aunque bajo ciertas condiciones, y que el dirigente kosovar hizo público la víspera.
«Sólo cuando se restablezcan la paz y la estabilidad en el norte de Kosovo podremos centrarnos en la normalización», mantuvo en su carta Borrell, para quien, entre otras cosas, «la labor para establecer la Asociación/Comunidad de Municipios Serbios debe comenzar sin más demora ni condiciones previas».
En la parte norte de Kosovo se produjeron en las últimas semanas tensiones y hasta enfrentamientos violentos entre manifestantes serbios y la fuerza de estabilización KFOR, de la OTAN, como protesta por los resultados de unos comicios boicoteados por la minoría serbia, pero que son mayoría en el norte del país.
Pero, recordó en su misiva Borrell, la propuesta de normalización presentada por Kurti no cumple plenamente las exigencias de la UE y de EEUU, que piden una convocatoria inmediata de elecciones anticipadas en los cuatro municipios del norte.
Además, exigen explícitamente garantizar la participación de los serbokosovares y el inicio del trabajo para la creación de la asociación de municipios de mayoría serbia, algo que las partes acordaron en 2013 pero que Kosovo no ha cumplido hasta ahora.
Borrell ya había advertido anteriormente a Kurti y también al presidente serbio, Aleksadar Vucic, de «serias consecuencias» para sus respectivas relaciones con la UE si no cumplían esos puntos.
La comunidad serbia de Kosovo boicoteó en abril pasado las elecciones en esos cuatro municipios, por lo que resultaron elegidos ediles albanokosovares con unos pocos cientos de votos.
Manifestantes serbios protestan desde hace semanas contra la toma de posesión de esos ediles, lo que culminó a finales de mayo en violentos enfrentamientos, con decenas de heridos, entre ellos 30 soldados de la KFOR.
La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, se comprometió este miércoles en un discurso en la Eurocámara a hacer «todo» lo que esté en su mano para que los serbios que viven en su país se sientan «protegidos, incluidos, iguales y escuchados».
En la primera intervención de un presidente de Kosovo ante la Eurocámara, Osmani instó a los eurodiputados a que en «esta coyuntura crítica (…) permanezcan firmes a nuestro lado».
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!