El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró hoy que «Israel está provocando hambruna» en la Franja de Gaza y utilizando «el hambre como arma de guerra».
«El hambre se está utilizando como un arma de guerra. Sí, vamos a decirlo. No es una cuestión de falta de suministros. Oímos que hay varios meses de comida almacenados en la frontera egipcia», dijo Borrell en su intervención inicial en el III Foro Europeo Humanitario, celebrado este lunes y martes en Bruselas.
El coordinador de la diplomacia comunitaria y vicepresidente de la Comisión Europea señaló que acaba de regresar de Washington, donde ha sostenido la misma tesis de que «Israel está provocando hambruna», argumentándola en que hay «cientos de camiones están esperando para entrar» en la frontera pero no reciben permisos para acceder a la Franja.
Borrell llamó al Gobierno de Benjamin Netanyahu a permitir que los gazatíes puedan acceder a la ayuda humanitaria.
«Israel tiene que hacerlo. No es cuestión de logística», agregó el político socialdemócrata español, quien apuntó que «se ha matado a más niños en Gaza en estos meses que en todo el mundo en los últimos cuatro años».
Naciones Unidas calcula que al menos 500.000 personas sufren de hambre.
Borrell se refirió también a las «alegaciones» que Israel ha vertido sobre trabajadores de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), al asegurar que algunos de ellos estuvieron implicados en los ataques terroristas de Hamas del pasado 7 de septiembre.
«Sí, está afrontando alegaciones, alegaciones», subrayó el alto representante para la Política Exterior de la UE, quien agregó que Gaza va camino de convertirse en un «territorio sin orden» como Haití, Somalia o Siria y apuntó que «UNWRA existe porque hay refugiados palestinos» y que, aunque desapareciera, «los refugiados palestinos no desaparecerán».
Europeo Humanitario
En III Foro Europeo Humanitario se pretenden recaudar fondos para recortar la brecha de financiación entre el dinero necesitado y el disponible es de 50.000 millones de euros para asistir a unas 300 millones de personas, y debatir cómo hacer que esa ayuda sea más eficiente.
El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, reclamó voluntad política para frenar el «tsunami de sufrimiento», y llamó específicamente a que más países donen y a que contribuyan con más fondos, abogó por trabajar para perseguir a quienes violan el Derecho Internacional Humanitario y a coordinar los trabajos de mantenimiento de paz, ayuda humanitaria y desarrollo económico.
«El 2023 fue el año con más conflictos bélicos desde la Segunda Guerra Mundial», recordó Lenarcic.
En representación de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE que ejerce Bélgica, la ministra belga de Cooperación y Desarrollo, Caroline Gennez, se refirió a «las crisis olvidadas» y destacó en particular la situación de emergencia en República Democrática del Congo, donde hay casi 7 millones de desplazados internos y niños reclutados por milicias.
La titular belga llamó a implementar el compromiso -voluntario- adquirido por los Veintisiete para destinar el 0,7 % del PIB a ayuda al desarrollo y el 0,07 % a la ayuda de emergencia.
«Necesitamos un claro compromiso político», dijo la ministra belga, cuyo país destinó en 2021 el 0,49 % del PIB a ayuda al desarrollo, lejos del objetivo señalado.
La Comisión Europea espera superar en el III Foro Humanitario los compromisos de ayuda humanitaria cosechados en el mismo escenario el año pasado, cuando los Estados miembros de la UE y la propia Comisión Europea se comprometieron a aportar 8.400 millones de euros en ayuda de emergencia humanitaria en 2023.
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