Brasil aprovechó la presencia en sus aguas territoriales de un navío militar estadounidense para enviar 15 toneladas de ayudas a los cerca de 2,3 millones de damnificados por las inundaciones que castigan desde hace tres semanas al sur del país y que han dejado 170 muertos.
La carga, que estaba en una base naval de Río de Janeiro, se embarcó el viernes en el navío de apoyo logístico USNS «John Lenthall», de la marina de guerra de Estados Unidos, que tiene previsto llegar el lunes al litoral de Rio Grande do Sul, el estado más meridional de Brasil y el más castigado por las inundaciones.
El navío estadounidense hizo parte de la flota estadounidense capitaneada por el portaaviones George Washington (CVN 73), que participó la semana pasada en el litoral de Río de Janeiro de los ejercicios navales conjuntos «Southern Seas 2024», informó la Marina brasileña en un comunicado.
«La Marina de Estados Unidos se ofreció para sumar esfuerzos en el apoyo a la población afectada por las lluvias», de acuerdo con la nota.
En el navío extranjero son transportados 15 toneladas de donaciones recaudadas y almacenadas por la Marina de Brasil, principalmente agua mineral, alimentos no perecederos, material de higiene y limpieza, y ración animal.
El material se transferirá al Navío Aeródromo Multipropósito (NAM) Atlántico, la mayor embarcación de la Marina brasileña, en una compleja operación en alta mar en la que se utilizarán helicópteros de los dos países.
El navío brasileño está fondeado desde el pasado 8 de mayo frente a la costa de Rio Grande do Sul para apoyar las tareas de rescate y de atención a las víctimas de las lluvias, y ha servido hasta de hospital flotante.
Sur de Brasil: Balance de afectados
Según el último boletín de la Defensa Civil, el número de muertos por las inundaciones subió desde 167 el sábado hasta 170 este domingo, de los que 169 en Rio Grande do Sul y uno en el vecino estado de Santa Catarina, mientras que el de desaparecidos cayó desde 61 hasta 56.
De los 2,3 millones de damnificados en los 469 municipios afectados por las inundaciones, 55.813 están alojados en abrigos improvisados en escuelas, gimnasios e iglesias y otros 581.638 en casas de familiares y amigos.
De acuerdo con el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, la reconstrucción de las áreas impactadas por las inundaciones puede prolongarse por entre seis meses y un año y exigirá inversiones por cerca de 200.000 millones de reales (unos 40.000 millones de dólares).
La gobernación construirá cuatro grandes campamentos para los damnificados con todos los servicios en las ciudades más afectadas, mientras termina la construcción de las viviendas de las familias más pobres que perdieron sus hogares en áreas sin riesgo.
«Estamos planificando la construcción de casas definitivas, con tecnologías de construcción rápida, como por ejemplo el uso de bloques de concreto, en terrenos que no están afectados por las inundaciones. Eso demanda un tempo de entre seis meses y un año, o eventualmente un poco más, dependiendo de la complejidad de la obra», dijo.
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