Brasil, el octavo mayor productor mundial de hidrocarburos, registró en junio un promedio diario de 4,353 millones de barriles de petróleo y gas natural equivalentes, según informó el regulador del sector.
Este dato representa un ligero aumento del 0,69 % en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando la producción fue de 4,323 millones de barriles.
Comparación con meses anteriores
En comparación con mayo de este año, la producción aumentó un 2,86 %, pasando de 4,232 millones a 4,353 millones de barriles diarios.
Sin embargo, estas cifras aún están lejos del récord alcanzado en noviembre del año pasado, cuando Brasil extrajo un promedio diario de 4,686 millones de barriles, según datos de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
Producción de petróleo y gas natural
La producción exclusivamente de petróleo en junio fue de 3,409 millones de barriles diarios, lo que representa un crecimiento del 2,7 % frente a mayo y del 1,3 % en comparación con junio de 2023.
En cuanto a la producción de gas natural, esta se ubicó en 150,07 millones de metros cúbicos por día, con un aumento del 3,1 % respecto a mayo, pero una reducción del 1,4 % en comparación con el mismo mes del año pasado.
Explotación en el presal
La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) informó que el 78,7 % de toda la producción brasileña de petróleo y gas en junio provino del presal, una zona de explotación en aguas muy profundas del océano Atlántico, situada por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
Estas reservas prometen convertir a Brasil en el tercer mayor exportador de hidrocarburos del mundo.
Pozos en campos marinos
El 97,6 % de la producción brasileña de petróleo en junio y el 86,8 % de la de gas natural provino de pozos explotados en campos marinos.
La estatal Petrobras se mantuvo como líder, con el 89,50 % de participación en la producción brasileña de petróleo y gas.
Estadísticas y futuro del sector
Las estadísticas de la ANP incluyen datos de producción de 54 empresas que operan en Brasil, con un total de 6.551 pozos (521 marinos y 6.030 terrestres) en 275 áreas diferentes, de las cuales 259 son explotadas mediante contratos de concesión.
A pesar de contar con un importante programa de descarbonización, Brasil planea seguir explotando petróleo y gas por varios años, argumentando que los combustibles fósiles aún tendrán una elevada demanda y que los recursos son necesarios para financiar su transición energética.
El Gobierno ha ofrecido concesiones en nuevos horizontes de explotación, incluyendo áreas vulnerables frente a la desembocadura del río Amazonas, y proyecta convertirse en uno de los cinco mayores exportadores de petróleo en una década.
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