Poniéndonos en un escenario pesimista con tintes apocalíptico, existen un sinfín de factores que pueden fomentar la caída del cabello. Lo sabemos, no es un aspecto de vida o muerte. Pero hablando con sinceridad, para la gran mayoría de nosotros sí consigue afectar nuestra seguridad en cuanto a la apariencia y peor aún si la pérdida de cabello se presenta de forma prematura, digamos antes de los 40 años.
“La caída del cabello es algo natural, ya que perdemos entre 50 a 150 cabellos diarios que terminan su ciclo de vida para dar paso a que crezca nuevos, pero cuando la pérdida del cabello es mayor a este número suele ser señal de que algo anda mal”, asegura la doctora Lina Llanos, especialista en dermatología para Head & Shoulders.
Como mencionábamos en un inicio las razones más comunes que provocan la caída del pelo son varias que van desde los aspectos genéticos hereditarios, cuestiones hormonales relacionados con la testosterona, un estilo de vida poco saludable hasta una mala alimentación.
¿Agregamos un factor más? El estrés oxidativo, así es, quizá no lo has escuchado, pero te adelantamos que es otra de las razones (poco conocidas) por las cuales el pelo se va perdiendo.
¿Qué es el estrés oxidativo?
Lo primero que debemos aclarar es que no es lo mismo referirnos al estrés que al estrés oxidativo. Si bien es cierto, ambas son causas para favorecer la caída del cabello, la diferencia es que este último se relaciona con un desequilibrio que existe en el sistema humano provocado por los radicales libres, fomentando que el pelo se debilite y se caiga. Recordemos que los radicales libres son moléculas, las cuales al estar en exceso en nuestro cuerpo tienen consecuencias casi todas negativas, siendo una de ellas el envejecimiento de la piel y, por ende, también del pelo.
En simples palabras, el estrés oxidativo en el cabello se refiere al envejecimiento que este va teniendo por efecto de los radicales libres. Momentos de estrés que podríamos catalogar como inconscientes, en los cuales no identificamos que estamos sometiendo al cabello a un estrés que lo debilita.
¿Qué provoca el estrés oxidativo?
Si bien ya revisamos que el estrés oxidativo se genera debido al exceso de los radicales libres, pero, ¿qué genera este exceso? La respuesta no es exacta, ya que varios agentes pueden fomentarlo, la gran parte de estos se derivan de un estilo de vida poco saludable. Desde aspectos tan generales como el fumar o tomar alcohol en exceso (aquí descubre la forma sana de tomar alcohol), hasta llegar a acciones puntuales relacionadas con el daño al cabello como es el uso diario de herramientas de calor como la secadora o un pelo seboso, estos son causantes para propiciar el estrés oxidativo.
¿Cómo evitar el estrés oxidativo?
A diferencia de otras formas de caída de cabello donde la solución es usar un shampoo o una loción anticaída. En este caso la mejor respuesta es mejorar nuestro estilo de vida, de esta forma se reduce el estrés oxidativo y, a su vez, la caída de cabello prematura. La única mala noticia es que evitando este factor también surgen el genético y el hormonal. “Es importante no esperarse a tener una gran pérdida de pelo para tratarse, hay que tomar en cuenta la prevención sobre todo en casos donde la genética dicta mucho. El uso regular y proactivo a partir de los primeros síntomas de debilitamiento puede retrasar o prevenir el comienzo de los síntomas de caída del cabello”, afirma el doctor Bernardo Goldzwig Hans, director de clínica BGH Medicina Estética.
Productos especializados, suplementos vitamínicos, medicamentos orales e injertos de cabello son opciones que pueden ayudar a retrasar la caída del cabello por cuestiones hormonales. Finalmente, si es meramente imposible evitar la alopecia siempre estará la opción de aceptar la calvicie con total dignidad. Al final de cuentas es un proceso que tarde o temprano nos alcanzará.
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