Madrid, España. Real Madrid y Atlético de Madrid desperdiciaron la oportunidad de sellar el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones este martes y se jugarán todo a una carta en la última jornada.
El equipo de Zinedine Zidane sufrió una nueva derrota ante el modesto Shakhtar (2-0) y el de Diego Simeone empató a uno frente al vigente campeón, el poderoso Bayern Múnich, que sumó pese a las bajas.
El Inter de Milán dio un poco de aire a un Real Madrid que se asfixia en la ‘Champions’. Con la amenaza del descrédito de caer a la Liga Europa. Incluso la posibilidad de quedar último de grupo y eliminado a las primeras de cambio de competición europea. Víctima de su falta de pegada y una endeblez defensiva que coincide con su poca capacidad de reacción.
Cayó en Kiev ante un Shakhtar que le ganó los dos enfrentamientos siendo, en teoría, el rival más débil del grupo. La reacción con su doble triunfo ante el Inter quedó en nada. El único grupo en el que ningún equipo está clasificado a falta de una jornada.
Porque el Inter resucitó en Alemania y se metió en la pelea ganando por 2-3 al líder, un Borussia Mönchengladbach que vio cómo el colegiado anuló el tanto del empate final. Era el triplete de Plea, pero el fuera de juego de Embolo deja al Real Madrid la oportunidad de acceder a octavos si vence al Gladbach en el Di Stéfano. Pese a todo, depende de sí mismo.
En el Olímpico de Kiev no supo sacar provecho de su dominio y pagó caros sus errores. Un despiste de Varane le puso todo en contra con el tanto de Dentinho y Solomon sentenció al contragolpe en una nueva noche negra en Europa para el equipo blanco en el momento más bajo de Zidane.
«No voy a dimitir», sentenció el técnico francés, que tiene la confianza de las altas esferas del club pero que se la jugará ante Sevilla y Atlético de Madrid en Liga, y en la ‘final’ europea ante el Gladbach.
El Atlético acarició los octavos hasta que un penalti del brasileño Felipe le quitó el pasaporte a cinco minutos del final. Había entrado por un problema muscular del uruguayo Giménez, que fue un giro al destino.
Lo mereció ante un Bayern sin muchos jugadores importantes. Dejó de ser un rodillo, pero mantuvo eficacia gracias al tanto de Thomas Müller que igualó el de Joao Félix en momentos de pleno dominio rojiblanco.
Se la jugará en Salzburgo el Atlético de Madrid. Le valdrá un empate, pero saldrá al campo con la obligación de puntuar si quiere pasar a octavos como segundo de grupo. Un solo triunfo y tres empates han condicionado su fase de grupos. Su próximo rival ganó con facilidad en Rusia al Lokomotiv, con doblete de Berisha en el primer acto y la sentencia de Adeyemi (1-3).
Sí cumplió el Liverpool gracias a un regalo que no pudo desaprovechar para asegurarse el pase como primero de su grupo. El fallo garrafal del portero André Onana, que midió mal su salida a un centro al segundo palo, dejó pasar el balón y vio cómo marcó a placer Jones, sentenció al Ajax en Anfield (1-0).
Se la jugará el equipo neerlandés ante el Atalanta, que se colocó segundo pese a no pasar del empate frente al Mitjylland. El primer tanto en Liga de Campeones del argentino Cristian Romero salvó un punto a once minutos del final y dejó todo en juego en Amsterdam.
Otro equipo que certificó su clasificación a octavos fue el Oporto, gracias a un empate sin goles frente a un Manchester City que ya estaba clasificado.
El Olympique de Marsella firmó su primer triunfo en la pelea por acceder a la Liga Europa, remontando al Olympiacos (2-1) con dos goles de Payet de penalti.
EFE noticias
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