Las integrantes de Cánticum Merú —el primer coro femenino de Guayana— han demostrado que la música trasciende oficios y edades.
Fundado hace 30 años por Irma Conchita Iorio, el grupo ha reunido a mujeres de distintos rincones: amas de casa, profesionales, estudiantes y adultas mayores, todas unidas por una pasión coral que las ha llevado a escenarios impensables, como Takarazuka (Japón), donde ganaron una medalla de oro sin siquiera entender el idioma.
Pandemia, pérdidas y reinvención
La agrupación no escapó de los desafíos: enfrentó la pandemia con el primer concierto virtual de Guayana, ensayó en una iglesia con tapabocas y distanciamiento, y honró a compañeras fallecidas.
«Seguimos cantando para ellas», confiesa Iorio. Hoy, con 23 integrantes (desde adolescentes hasta mujeres de la tercera edad), Canticum Merú se mantiene como un «espacio de empoderamiento y disciplina», donde la música venezolana es bandera.
Celebración de Canticum Merú en tres actos
El aniversario de Canticum Merú se extenderá por seis meses, iniciando este sábado 29 de marzo con una misa de acción de gracias en la iglesia Nuestra Señora de Coromoto a las 6:00 PM. El repertorio mezclará lo sacro, lo clásico y lo tradicional y será entrada libre.
Además, habrá un encuentro de coros el 2 de mayo y un conversatorio sobre el movimiento coral guayanés el 21 del mismo mes.
En julio, cerrarán con un concierto de música popular, mientras proyectan llevar su arte a Cumaná, tierra natal de Iorio.
«Nuestro nombre es un homenaje a Guayana»
El término Canticum Merú fusiona el latín (canticum, cantos) y el pemón (merú, salto de agua), simbolizando la esencia de la región.
Aunque hoy son el único coro femenino activo en la zona, esperan inspirar a nuevas generaciones: «La música es resistencia», afirma Jota, exintegrante y discípulo de Iorio, quien destaca el rol formativo del grupo.
Itinerario
- Concierto central: 29 de marzo, 6:00 PM, iglesia Nuestra Señora de Coromoto.
- Próximos eventos: Encuentro de coros (2/5) y conversatorio (21/5).
Con tres décadas de historias y en el marco de su aniversario, Canticum Merú sigue demostrando que, en sus propias palabras, «la música no es un trabajo, es una misión».
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