Los tiempos están cambiando en la NBA y eso se refleja en el All-Star. Principalmente se ve en tres factores: las estrellas que disputarán el partido del domingo son más jóvenes, también son más internacionales y, además, son fruto de una selección mucho más compleja debido a la gran cantidad de nombres que merecen estar y se quedan fuera.

«Estoy muy emocionado por ser parte de esto. Es un honor, una locura», afirmó Tyrese Haliburton a Efe.

El referente de Indiana Pacers es uno de los debutantes e icono de la nueva generación de jugadores: «He soñado con estar en un All-Star toda mi vida. Estar ahí con esos jugadores, entre los mejores veinticuatro de la liga. Es un logro muy importante para mi».

Haliburton lo ve todavía con los ojos de un niño, pero deberá acostumbrarse porque encabeza un grupo con cinco debutantes más en esta edición de 2023 en Salt Lake City (Utah, EE.UU.): Anthony Edwards, De’Aaron Fox, Shai Gilgeous-Alexander, Jaren Jackson Jr. y Lauri Markkanen .

El despegue de Haliburton se asemeja al de otras jóvenes estrellas que han tenido que asumir roles protagonistas de manera muy precoz y que han sabido responder.

«Desde mi llegada a Indiana todo ha pasado muy rápido. He mejorado en mi confianza, gracias al apoyo que he recibido de esta institución, de los gestores del proyecto. Son quienes han hecho que sea el jugador que soy hoy en día», apuntó.

EL PARTIDO DE LOS PRECOCES

De las ediciones más recientes, únicamente en Chicago 2020 había más debutantes en un partido de las estrellas. Fueron diez en total con Luka Doncic, Trae Young o Jayson Tatum, entre otros.

La mayoría de quienes tomaron la iniciativa aquel año se mantienen y ayudan a rejuvenecer el evento.

Previamente hay que remontarse hasta 1994, en Minesota, para ver más debuts en un All-Star. Hasta once se pusieron a las órdenes de George Karl y Lenny Wilkens con nombres en mayúsculas como Gary Payton, Latrell Sprewell o Alonzo Mourning, entre otros.

En cualquier caso, la actual es una de las etapas más fructíferas de talento joven y explosión precoz que se recuerdan en. Por eso afrontan ya su segunda cita tipos consagrados como Ja Morant, Jaylen Brown, Bam Adebayo, Jrue Holiday, Julius Randle o Pascal Siakam.

Muchos se quedan fuera, incluso de forma cuestionable, y Adebayo fue crítico con el sistema de elección.

«Los votos de los aficionados son eso, votos de aficionados. Cuando tu presencia en este evento es gracias a que te han votado los entrenadores, sí me hace sentir que me merezco estar en Utah», dijo.

Pero a su vez, el pívot de Miami Heat entiende el tremendo impacto de los jugadores jóvenes en la NBA.

«Siento que este grupo de jugadores va siendo más y más joven. Cada vez es más complicado elegir a los veinticuatro nombres que van a estar en el All-Star. Merecen todo mi respeto», añadió.

ENTRE LOS PARTIDOS DE ESTRELLAS ‘MÁS JÓVENES’

LeBron James y sus 38 años distorsionan la media y el segundo jugador más veterano de los titulares es Kyrie Irving con 30 primaveras. Esto deja a tipos como Giannis Antetokounmpo o Joel Embiid como veteranos pese a que solo tienen 28.

El promedio de edad de los titulares en Salt Lake City es de 27,2 años. La cifra se reduce a 27 si se añade en la ecuación a los suplentes.

Desde que la NBA comenzó a organizar el All-Star en 1950, únicamente en tres ocasiones la media de edad ha sido inferior a los 27 años.

La tendencia de que cada temporada sean más los equipos de la liga que apuestan por proyectos a largo plazo puede ayudar a que, más pronto que tarde, se consiga batir el mínimo registrado: en 1950 los participantes en el juego de las estrellas promediaron 25,5 años.

EL FACTOR INTERNACIONAL YA ES UN FIJO

La NBA está cada día más globalizada, los tentáculos de sus ojeadores llegan a cualquier rincón del planeta y, con ello, el talento internacional se importa con más facilidad que nunca.

Ante la igualdad de oportunidades ha quedado demostrado que un jugador internacional puede asumir un rol de líder en una franquicia, algo impensable hace años y cuyas excepciones se podían contar entonces con los dedos de una mano con casos como Dirk Nowitzki o Pau Gasol.

El reflejo de esta globalización se verá en el partido del domingo con nueve jugadores extranjeros y seis de ellos como titulares. Que Antetokounmpo, Jokic o Doncic sean firmes candidatos al galardón de MVP es fruto también de la mirada internacional de la NBA.

Con ese contexto, cada día cobra más sentido la propuesta fantasiosa de que el All-Star enfrente a los mejores estadounidenses contra el resto del mundo. La lista es fácilmente ampliable con nombres como Kristaps Porzingis, Al Horford, Bojan Bogdanovic, Rudy Gobert e incluso desde el próximo año también el francés Victor Wembanyama, del que nadie duda que tendrá un impacto enorme en la liga.

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