Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.
Lucas 7:47 NVI
https://bible.com/es/bible/128/luk.7.47.NVI
El pasaje de hoy es parte de una escena que se desarrolló en la casa de un fariseo que invitó al Señor a comer.
Una mujer que tenía fama de pecadora, se enteró de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, y se presentó con un frasco de alabastro lleno de perfume.
Llorando, se arrojó a los pies del Maestro, de manera que se los bañaba en lágrimas. Luego se los secó con los cabellos; también se los besaba y se los ungía con el perfume.
Jesús luego de contar una historia al fariseo, en relación con dos deudores perdonados por su acreedor, le indicó que la mujer que le ha amado mucho ungiendo sus pies, es que sus muchos pecados le han sido perdonados.
Nosotros como la mujer, en otro tiempo estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, en los cuales andábamos conforme a los poderes de este mundo.
Vivíamos llevados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
Más Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados.
Por eso debemos amar la Verdad de Dios que es Cristo, debemos vivirla, predicarla y defenderla, nunca más debemos tener comunión con el pecado.
Se nos ha perdonado muchísimo, debemos amar muchísimo más, se nos ha dado lugar en la familia de Dios, debemos honrar al Todopoderoso con todo nuestro ser. ¡Cristo pagó un alto precio por nosotros, por tanto, amemos al Señor con todo nuestro ser!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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