Cápsulas de paz

Dicho esto, escupió en el suelo, hizo barro con la saliva y se lo untó en los ojos al ciego, diciéndole: —Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y se lavó, y al volver ya veía.

Juan 9:6 – 7 NVI

https://bible.com/es/bible/128/jhn.9.6-7.NVI

En el pasaje de hoy el apóstol Juan relata la sanidad de un ciego de nacimiento, previamente sus discípulos le preguntaban a Jesús que debido a la ceguera del hombre, ¿Quién había pecado? ¿Él o sus padres?

Jesús les contesto: Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.

Muchísimas veces no entendemos algunas cosas que nos suceden, y comenzamos a quejarnos, a preguntarnos ¿Por qué me sucede esto a mí? Y podemos llegar a cuestionar a nuestro buen Dios.

En esos casos debemos recordar la Escritura, cuando nos indica que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Nuestro buen Dios tiene para nosotros planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darnos un futuro y una esperanza.

Ante cualquier circunstancia que nos toque vivir, debemos tener muy claro que el Señor la empleará para que su obra sea evidente en nuestras vidas. ¡Fuera de Jesucristo no hay Dios, solo Él actúa a favor de quienes lo reconocen como Señor y Salvador de sus vidas!

Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales

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