Ahora sabemos que, por medio del evangelio, los no judíos son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús. Por el don de la gracia de Dios, que me ha sido dado conforme a su gran poder, yo fui designado ministro de este evangelio.
Efesios 3:6 – 7 RVC
https://bible.com/es/bible/146/eph.3.6-7.RVC
El pasaje de hoy nos muestra que en el Evangelio todo ser humano es aceptado.
Una vez que confesamos a Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas formamos parte de su iglesia, donde no hay distinción de razas.
También podemos ver del texto en referencia que una vez que formamos parte de la familia de Dios, Él se reserva el derecho de llamarnos a cumplir la misión que nos corresponda.
Debemos seguir esforzándonos por servir al Redentor, llevando su mensaje de salvación a donde su Espíritu nos guíe, y cumpliendo nuestro llamado con gran gozo.
Debemos siempre trabajar de buena gana, como para el Redentor y no como para nadie en este mundo, porque nosotros servimos a Cristo el Señor.
¡En Jesucristo todos los seres humanos somos aceptados!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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