Esperamos confiados en el Señor; Él es nuestro socorro y nuestro escudo. En Él se regocija nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti.
Salmo 33:20 – 22 NVI
El autor del salmo 33 sabía perfectamente quien era su Dios; el único Dios verdadero en quien se puede confiar, ya que socorre y protege, por eso nos anima a estar alegres y confiados en su gran amor.
En este mundo nos tocará vivir situaciones buenas y situaciones malas, en todas ellas estará presente nuestro buen Dios, nuestra oración a Él debe ser enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe en toda circunstancia. De seguro habrá momentos en que el desánimo tocará a nuestra puerta, no debemos abrirle, y más bien debemos dar gracias al SEÑOR, porque Él es bueno. *¡Alabemos siempre al Señor porque es bueno y para siempre es su misericordia!
Pr. José N. Corrales
@pastorcorrales
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