¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a Él.
1 Juan 3:1 NVI
https://bible.com/es/bible/128/1jn.3.1.NVI
La Palabra de Dios dice: Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios. Juan 1:11 – 13 NVI.
Gloria al Señor, nosotros los que hemos recibido y creído en Jesucristo, ahora tenemos el derecho de ser hijos de Dios, y hemos nacido directamente del Altísimo.
Muchísimas veces hemos pensado en las cosas que nos pueden afligir, y nos olvidamos del maravilloso hecho ocurrido en nuestras vidas; fuimos llamado por Dios a ser sus hijos a través de Jesucristo.
Nos es necesario poner más atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues nosotros hemos muerto al mundo, y ahora nuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Debemos dejar de perder el tiempo enfocado en otras cosas, tenemos que fijarnos en cuan gran amor nos ha dado el Padre, para que se nos llame hijos de Dios, ¡Y ciertamente lo somos!
Alabemos al Señor con gozo, cantemos un cantico nuevo, el Señor, el Dios Todopoderoso nos ha adoptado como sus hijos. ¡Cantemos con júbilo al Señor; Él es nuestra Roca eterna!
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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