1 Pedro 3:8-9 RVC
[8] En fin, únanse todos en un mismo sentir; sean compasivos, misericordiosos y amigables; ámense fraternalmente [9] y no devuelvan mal por mal, ni maldición por maldición. Al contrario, bendigan, pues ustedes fueron llamados para recibir bendición.
https://bible.com/bible/146/1pe.3.8-9.RVC
Los que verdaderamente hemos creído en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, ya recibimos la más grande bendición, la salvación de todo nuestro ser.
Hemos muerto al mundo y al pecado, y ahora vivimos para Cristo, nuestra mente y corazón le pertenecen solo a Él.
Los hijos de Dios, debemos estar en un mismo sentir: glorificar y exaltar al Redentor, siendo compasivos, misericordiosos, benignos y amigables.
Mostrando al mundo el amor que nos tenemos, y no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición a nadie.
Alabemos al Señor Jesucristo siempre y para siempre, pues en sus méritos tenemos la potestad de ser hijos del Altísimo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva.
Pr. José N. Corrales
[email protected]
@pastorcorrales
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