Río de Janeiro.-El Carnaval anticipado en que se ha sumergido Brasil siguió corriendo desenfrenado este domingo por todo el país, con un firme acento feminista subrayado por una banda que concentró casi medio millón de personas en Río de Janeiro.
«Nuestra potencia está en todas partes, hasta en el Carnaval. Vamos tomadas de las manos, unidas, para inspirar a otras mujeres a que sean dueñas de sus vidas y cuerpos, libres y valientes», dijo Preta Gil, hija del cantautor Gilberto Gil, a la multitud que se reunió en pleno centro de la «ciudad maravillosa».
El «Bloco da Preta», dirigido por la cantante, se presentó en lo alto de un camión que encabezó un desfile por las principales calles y avenidas del centro de Río de Janeiro, acompañado por una banda de percusión compuesta casi integralmente por mujeres.
Muchos de los participantes mostraban carteles o calcomanías pegadas a sus disfraces en los que se leía «no es no», frase acuñada hace algunos años y que refuerza el derecho de una mujer a rechazar el galanteo de un hombre aún en una fiesta casi sin límites como es el Carnaval carioca.
Otros «blocos», como se conoce a estas bandas callejeras que para muchos representan el espíritu más popular del Carnaval en Brasil, se volcaron más a los niños, como fue el caso de «Gigantes da Lira», que reunió a unas 4.000 personas en torno a un desfile encabezado por enormes muñecos.
Las mujeres también dirigieron el desfile del «Bloco do Baixo Augusta» en Sao Paulo, que este año estuvo dedicado a la cantante Elza Soares, una de las voces más importantes de la música popular brasileña y que se sumó a la fiesta en la calle a sus 89 años, pese a una persistente llovizna.
Así como ocurrió la víspera, los «blocos» sacudieron las calles de casi todas las ciudades del país y pretenden seguir sin pausas hasta por lo menos el próximo 26 de febrero, Miércoles de Ceniza.
Sin embargo, muchos ya tienen programados decenas de desfiles para el fin de semana siguiente al supuesto término de una fiesta que, en Río de Janeiro, los días 23 y 24, con los desfiles de las escuelas de samba en el Sambódromo.
Pese a que las entradas para el templo del Carnaval carioca este año tiene un mínimo de unos 90 dólares, prohibitivo para muchos de los brasileños, se calcula que esos dos días pasarán por el animado Sambódromo cerca de 120.000 personas.
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